martes, 1 de diciembre de 2009

CAPÍTULO II: INICIO DE LA LUCHA ARMADA Y LA GUERRA ASIMÉTRICA II.

Después de más de diez años de trabajo clandestino, de adoctrinamiento y preparación de cuadros y luego de haberse llevado a cabo el IX Pleno Ampliado del Comité Central bajo la consigna “Definir y Decidir” (definir que el Partido estaba listo para dar un paso adelante y decidir que no había otro camino que el iniciar la guerra) y una vez concluida la llamada Primera Escuela Militar en la zona Este de Lima, dirigida personalmente por Abimael Guzmán, y denominada “ILA-80"; la red terrorista conocida como Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL) aprobó la lucha armada y le declaró la guerra al Estado peruano con el objetivo de tomar el poder, construir la República Popular de Nueva Democracia e implantar el comunismo en el país.Las circunstancias por las que atravesaba el país no podían ser más propicias para el cuestionamiento de un Estado, que secularmente había postergado el objetivo de su esencia, que es construir el “Bien Común”. Sólo a comienzos del siglo XX se habían escuchado algunas voces contestatarias, voces que exigían el respeto de los derechos que asistían a las grandes mayorías empobrecidas y hasta arrinconadas en la miseria, de alcanzar estándares de vida compatibles con la dignidad humana.Lamentablemente aquellos que alguna vez enarbolaron banderas que reclamaban justicia social para los explotados, para los marginados y excluidos, se desviaron del camino que Sé habían trazado y se ubicaron mejor en la sociedad cuya estructura condenaban. Es decir, claudicaron.El hecho que marcó el inicio de la guerra se produjo cuando un comando operativo senderista atacó la oficina distrital del Jurado Electoral Provincial que conducía el registrador Florencio Conde en el Distrito de Chuschi de la Provincia de Cangallo del Departamento de Ayacucho y quemó públicamente las ánforas y padrones electorales de la mencionada sede el 17 de mayo de 1980, con ocasión de las elecciones presidenciales que fueran convocadas –después de doce años– por el Jurado Nacional de Elecciones durante el último año del Gobierno Militar que presidía el general de división EP Francisco Morales Bermúdez Cerruti.A partir de esa fecha, de infausta recordación, se inició en nuestra patria una larga y penosa etapa de dolor, muerte y destrucción. Una espiral luctuosa, de crecimiento constante, que significó la irreparable pérdida de decenas de miles de vidas y miles de millones de dólares en daños materiales, lo que supera largamente lo sufrido en la guerra por la Independencia Nacional y en la Guerra con Chile, que son los mayores conflictos en los que se vio involucrado el Perú.Hoy, a más de un cuarto de siglo de iniciada la guerra –el principal conflicto armado de la historia peruana– nos preguntamos: ¿qué es Sendero Luminoso?
La red terrorista Sendero Luminoso era, es y seguirá siendo un actor interno no estatal predominantemente clandestino y asimétrico, motivado ideológicamente, y que viene operando en alianza estratégica con las redes transnacionales del narcotráfico al formar coaliciones –basadas en redes– que coordinan entre sí sus acciones contra un enemigo común: el Estado peruano. Este, así, debe enfrentar toda una conjunción estratégica de actores asimétricos.El desarrollo desmesurado de éstos, y su posterior “metástasis”, se ha producido por el esfuerzo de organización en redes descentralizadas que tienen un funcionamiento basado en agentes y células dispersas, nebulosamente conectadas, que han venido explotando las poderosas herramientas de comunicación tales como teléfonos celulares, satelitales e Internet, lo que les posibilita el reclutamiento, entrenamiento, comunicación y planificación clandestina de sus ataques asimétricos y un mejor control de sus integrantes.Por tanto, dicha red constituye un enemigo engañoso –elusivo, determinado y letal - adapta su forma de entablar la guerra operando fuera del paradigma de un Estado-Nación practicando la Guerra Asimétrica como variable principal de la Guerra de Cuarta Generación (4GW), mientras que por el lado del Estado no sólo hubo –durante mucho tiempo una falta de decisión política para asumir la necesidad de su defensa, sino un desconocimiento de la naturaleza político-militar de esta red terrorista, pues equivocadamente se opera con fuerzas militares de Tercera Generación para luchar contra adversarios de la Cuarta Generación. Es decir, no se ha operado la transición correspondiente.Estas nuevas formas de conflicto armado han cambiado las concepciones clásicas de la guerra porque el espectro se ha ampliado a dimensiones que van más allá de lo puramente militar, en cuyo escenario si bien las Fuerzas Armadas peruanas siguen siendo la principal herramienta del Estado a la hora de aplicar la fuerza hacia el exterior, el problema radica ahora en que no sólo se enfrentarán a otras Fuerzas Armadas regulares y homólogas en el frente externo, sino también tendrán que hacerlo contra otro tipo de entidades internas asimétricas en que el tradicional poder militar estatal –per se– ha perdido una gran parte de su utilidad, sobre todo en este tipo de guerra frente a actores no estatales como la red terrorista Sendero Luminoso.Sendero Luminoso quemó públicamente las ánforas y padrones electorales que extrajo de la Gobernación Distrital del poblado de Chuschi el 17 de mayo de 1980, con ocasión de las elecciones presidenciales. 4 partir de esa fecha se inició en nuestra patria una larga y penosa etapa de destrucción, dolor y muerte. La paz nacional se acabó desde este humilde rincón de Cangallo en Ayacucho.¿Pero qué es realmente la Guerra Asimétrica como variable principal de la Guerra de Cuarta Generación (4GW) que practica la red terrorista Sendero Luminoso contra el Estado peruano?No es otra cosa que el enfrentamiento llevado a cabo por dicha red terrorista y los cárteles del narcotráfico —que al constituir una simbiosis se han convertido en las dos caras de la misma moneda—contra una fuerza superior de distinta capacidad y tamaño como son las fuerzas armadas peruanas. La red terrorista recurre al empleo de estrategias diferentes, que en su caso, siendo la fuerza más débil escapa a los métodos convencionales mediante prácticas operacionales que tienen por objeto explotar las vulnerabilidades de la parte más fuerte, recurriendo al uso de armas y tácticas innovadoras e imaginativas. Conciben los terroristas estas tácticas para tratar de desgastar y debilitar el poderío de las Fuerzas Armadas y su capacidad de utilizar de manera eficaz su superioridad en términos de medios convencionales.¿Cuáles son la filosofía y las características básicas de esta forma de entablar la guerra?La esencia y sustancia de este tipo de guerra radica en que el oponente más débil, sin tener en consideración objeción ética alguna, practica la guerra más allá de las reglas generalmente aceptadas, desplegando técnicas y tácticas que no corresponden a las convencionales o tradicionales, rompiendo así con todos los parámetros o protocolos legalmente establecidos que pudieran limitar su efectividad y operatividad.Las características básicas son muy claras y definidas, pues el actor no estatal —en este caso la red terrorista Sendero Luminoso—no dispone de una base fija definida o predeterminada en el territorio nacional, observándose que opera en pequeñas células dispersas con autonomía logística (su estructura). Estas células están en constante movimiento u ocultas, lo que les permite dar la impresión de tener presencia en todos los ámbitos y a la vez en ningún lado. Esto obedece a estructuras de comando descentralizadas tácticamente, estructuras de las que parten las órdenes para ataques sorpresivos cuando la red lo considere conveniente.
Esta situación fáctica dificulta su identificación y su localización por las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia. Estos pueden operar muy bien contra enemigos simétricos, pero no están preparados para enfrentar a los asimétricos, ya que; todavía la mentalidad prevaleciente es la Guerra de Tercera Generación (3GW) y la consiguiente detección de amenazas, convencionales o tradicionales.Los actores no estatales a los que nos estamos refiriendo, utilizan factores como el engaño, la sorpresa, la velocidad, el movimiento, el empleo de armas de forma inesperada para alterar el escenario del enfrentamiento y así obtener una ventaja sobre el oponente.En la misma línea de pensamiento tenemos que, para el desarrollo de sus acciones militares, este adversario asimétrico —a través de sus planificadores y comandantes de operaciones— elige el terreno donde ejecuta sus emboscadas, explotando a su favor las áreas geográficas que pueden ser vulnerables para su adversario. Así, escoge el lugar más conveniente y el momento adecuado a fin de atacar sorpresivamente a las fuerzas del orden, con el propósito de causar el mayor daño posible y lograr de este modo una gran repercusión mediática a un mínimo costo.Con estos esporádicos golpes, directos y sorpresivos, la red terrorista Sendero Luminoso ha procurado poner en duda ante la opinión pública nacional e internacional los niveles y medidas de seguridad del Estado, pues los aspectos psicológicos de la población le son fundamentales, toda vez que busca generar miedo y dar una sensación de invulnerabilidad, situación que se complicará en el Perú debido a los elevados índices de inseguridad ciudadana —que campea por todos lados— en zonas urbanas y carreteras del país. Prueba de ello es el constante incremento de asaltos, secuestros y robos particularmente en Lima y Callao.En esta forma de guerra los conflictos suelen tener una duración prolongada en el tiempo, que para el caso peruano data del 17 de mayo de 1980 hasta la actualidad. Esto significa más de 29 años ininterrumpidos de guerra que Perú sufre por acción de la insania de dicha red terrorista, que pese a los contundentes golpes que recibió durante el gobierno del presidente Alberto Fujimori, está temporalmente en un proceso de hibernación estratégica en lo militar, razón por la cual —por el momento— sólo hay violencia esporádica focalizada.

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