martes, 1 de diciembre de 2009

CAPITULO VIIIEL ASALTO A LA RESIDENCIA DEL EMBAJADOR DE JAPÓN POR UN COMANDO OPERATIVO DEL MRTA Y EL RESCATE DE LOS REHENES CON LA OPERACIÓN MILITAR C

No obstante el notable esfuerzo del presidente Fujimori para lograr la Pacificación Nacional, y a pesar de los contundentes golpes recibidos y de la desactivación de la gran mayoría del aparato organizativo de la otra red terrorista que venía operando en el país, el 17 de diciembre de 1996, siendo las 20:30 horas, un comando operativo del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en forma sorpresiva irrumpió violentamente en la residencia del embajador de Japón en el Perú, señor Morihisa Aoki, después de incursionar en la vivienda ubicada en el jirón Guillermo Marconi N° 255 San Isidro, procediendo a la ocupación de dicha legación diplomática, tomando como rehenes a más de quinientas personas invitadas, entre las que se hallaban importantes personalidades como el propio embajador del Japón, el entonces canciller de la República, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, un hermano del ingeniero Fujimori, altas autoridades y funcionarios del gobierno, congresistas, embajadores de diversos países, generales de la Policía Nacional, periodistas y personalidades nacionales y extranjeras de círculos intelectuales, políticos, financieros y empresariales, todos los cuales habían concurrido a la residencia para celebrar el natalicio del emperador Akihito.En menos de quince minutos, en un audaz golpe de mano el comando operativo del MRTA tuvo bajo su control a una elevada cantidad de las personalidades más destacadas de la vida nacional, rompiendo todos los precedentes mundiales anteriores de secuestros y toma de rehenes por redes terroristas, lo cual produjo al inicio del suceso una clara ventaja a favor de quienes planificaron y ejecutaron la operación cumpliendo exitosamente con las fases de un ataque.Es preciso destacar que el Servicio de Inteligencia Nacional, como ente central y rector del Sistema de Inteligencia Nacional (SINA), desde varios meses antes de la captura de la residencia del señor embajador del Japón, había obtenido diversos indicativos de inteligencia, a través de los cuales podía concluirse que la red terrorista del MRTA estaba preparando un ataque de gran repercusión nacional e internacional. Conforme fue haciéndose más fino el trabajo de inteligencia fue obteniéndose un nivel de precisión mayor, hasta llegar a determinar que el MRTA se proponía varios objetivos políticos:–Primero, tomar un número significativo de rehenes o secuestrar a un personaje del más alto nivel dentro de la vida política del país, con el propósito de obligar al gobierno a que acepte un canje para posibilitar la libertad de los emerretistas que estaban purgando penas por delito de terrorismo en diversos centros penitenciarios del país.–Segundo, vengar el descalabro que habían sufrido el 30 de noviembre de 1995, cuando un comando operativo del MRTA fue sorprendido y apresado por el personal de la DINCOTE al mando del general PNP Carlos Domínguez Solís en una residencia de la Urbanización La Molina. Entonces los emerretistas se estaban preparando para realizar un ataque sorpresivo al Congreso de la República con el objetivo de tomar como rehenes a una gran cantidad de parlamentarios para impedir el normal desarrollo de las funciones del Poder Legislativo.De la información de inteligencia que el SIN fue proporcionando a la Policía Nacional del Perú, puede destacarse la siguiente:• Que, el MRTA había desplazado armamento, municiones y un contingente de fuerzas especiales desde su Frente Oriental “José Santos Atahualpa”, que se encargaría de realizar una acción de gran envergadura y connotación en Lima.• Que, Néstor Cerpa Cartolini (a) “Evaristo”, por medios propios, había informado a su conviviente Nancy Gilvonio (detenida en el penal de Yanamayo en Puno), que su red iba a realizar una acción de importancia con el objeto denegociar su liberación y la de los demás militantes en prisión.• Que, entre los objetivos propuestos estaban principalmente la toma de embajadas a fin de obtener rehenes de gran importancia y estar en capacidad de poder presionar al gobierno para que, luego de una negociación puedan lograr la liberación de todos sus militantes detenidos en diversos penales del país.Dicho esto, en atención a la precisión dada, el Servicio de Inteligencia Nacional así como los órganos conformantes de la Comunidad de Inteligencia oportunamente proporcionaron por el canal correspondiente a los órganos de la Policía Nacional encargados del aspecto operativo: la DIRIN–PNP y la DINCOTE, la inteligencia colectada y debidamente procesada y analizada, a fin de que habiendo sido alertados, adopten las medidas preventivas adecuadas.Ante la contundencia de todos estos indicativos, además de otras informaciones que por razones de confidencialidad no se pueden todavía mencionar, cabe preguntarse entonces: ¿Por qué disponiendo de la inteligencia precisa y oportuna proporcionada por el SINA, se produjeron los hechos de la residencia del Embajador del Japón? ¿Por qué los órganos operativos de la Policía Nacional encargados de adoptar las medidas de seguridad pertinentes, no lo hicieron? En verdad, estas son algunas de las interrogantes que en su momento se hicieron todos los medios de comunicación y la ciudadanía en general. Más aún, muchos se preguntaban cómo es que habiendo concurrido a esa reunión personalidades de tanta significación e importancia en la vida del país se haya dejado prácticamente desguarnecida la residencia de la Embajada.A pesar de lo señalado con tanta claridad, ¿qué pasó? Veamos.La inteligencia proporcionada por el SIN y el SINA, sirvió para que la DIRIN-PNP orientara el esfuerzo de búsqueda a nivel de la Policía Nacional y formulara las respectivas notas de inteligencia, las mismas que fueron canalizadas ante su Comando y los correspondientes órganos de la institución.En base a ello el director general de la PNP, teniente general Antonio Ketín Vidal Herrera, emitió el memorando N° 50-96- DGPNP, CEOPOL, su fecha 15 de noviembre de 1996, ordenando a los Comandos de la VII-RPNP, DINCOTE y DINSE, adoptaran dentro del ámbito de su competencia, las medidas y acciones que sean menester, antes, durante y después del 30 de noviembre de 1996 con la finalidad de detectar y neutralizar posibles acciones que había previsto el MRTA, incluido el secuestro de personalidades con el fin de presionar al gobierno para obtener la liberación de miembros de dicha organización internos en diversos penales del país.Empero, no obstante ello, el comando de la VII-RPNP a cargo del teniente general PNP Luis Malásquez Durand, no dio debido cumplimiento a lo ordenado por el Director General de la PNP, con el memorando N° 50-96-DGPNP-CEOPOL del 15 de noviembre de 1996, ni tomó en consideración ninguno de los indicativos de inteligencia disponibles para adoptar las medidas de seguridad necesarias que pudieran haber evitado el ataque terrorista.La VII-RPNP, como órgano responsable de la seguridad externa de la residencia del Embajador de Japón, nunca le otorgó importancia al evento social que se llevaría a cabo, pese que a él asistirían como invitados altas personalidades del país, lo cual se tradujo en un deficiente planeamiento por dicha unidad policial y en una ejecución ineficaz de las medidas de seguridad externa alrededor de la citada residencia, pese a que funcionarios de la Embajada del Japón con carta del 11 de diciembre de 1996 solicitaron oficialmente al Jefe de la VII-RPNP proporcione la seguridad del caso a la residencia de su embajador, con motivo de la recepción prevista y programada para el 17 de diciembre de 1996 a partir de las 17:00 horas.Ni el Área Policial N° 8, órgano responsable directo de la seguridad externa de la residencia, ni el coronel PNP Wiclef Filemón Alzamora Albujar, Jefe Operativo del Dispositivo de Servicio N° 299-96-VII- RPNP/EMR3 del 10 de diciembre de 1996, otorgaron el nivel de importancia a esta trascendente recepción diplomática, lo que se tradujo en múltiples deficiencias, tanto en el planeamiento como en la ejecución del servicio de seguridad externa del predicho local diplomático.La Inspectoría de la VII-RPN no cumplió, igualmente, con sus funciones de supervisar y controlar los servicios policiales el día 17 de diciembre de 1996, antes ni durante la realización del evento social, pese a tener cabal y oportuno conocimiento del referido Dispositivo de Servicio N° 299-96-VII-RPNP/EMR3.Estando a la gravedad de los hechos la propia Policía Nacional –a través de sus órganos de control– formuló el parte administrativo-disciplinario N° 001-97-JEM/PNP/EEI del 29 de enero de 1997, suscrito por el teniente general PNP Víctor Lavado Reyes, estableciendo las responsabilidades correspondientes. Este documento fue remitido al consejo de investigación respectivo para los fines de ley a que hubiere lugar.Igualmente, el teniente general Antonio Ketín Vidal Herrera, con conocimiento del ministro del Interior, general de división EP Juan Briones Dávila, y en uso de sus atribuciones, formalizó denuncia penal contra el personal policial responsable ante el Consejo Supremo de Justicia Militar, remitiendo el oficio N° 101-97-DGPNP/SG del 20 de febrero de 1997, que tenía como documento adjunto el citado parte administrativo-disciplinario, relacionado con el resultado de la investigación efectuada respecto a la incursión del MRTA y a la toma de rehenes en la residencia del embajador de Japón, para la investigación del caso por ese órgano jurisdiccional contra quienes resulten responsables.Asimismo, no puede dejar de mencionarse que los funcionarios de la Embajada de Japón encargados de la seguridad de la residencia, tampoco adoptaron las medidas de seguridad al interior de la misma; esto en orden a la importancia de la reunión, y a la calidad de los invitados.Pero al margen de ello, debemos dejar claramente señalado que a la comunidad de Inteligencia le queda la íntima seguridad de que cumplió cabalmente con su obligación de proporcionar la información que alertaba a los órganos operativos sobre las intenciones de la red terrorista MRTA.La noche del 17 de diciembre de 1996 me encontraba laborando en uno de los ambientes de la Alta Dirección del SIN cuandoescuchamos una alerta de seguridad de prioridad rojo –que era la más alta y grave para casos de máxima prioridad–, emitida por el Centro de Indicaciones de Respuesta Global del SIN. Este órgano, que estaba pendiente de cualquier información que pudiera recabarse sobre las redes terroristas en cualquier rincón del país, desempeñaba una función clave en una crisis como ésta y, precisamente, para eso lo teníamos, in a estaba al tanto de los hechos por los reportes de “último minuto” de la televisión. El Presidente dispuso el corte de las líneas telefónicas de la residencia, pues a través de las mismas el entonces canciller Tudela y el propio embajador Morihisa Aoki trataban insistentemente de poder comunicarse con él, obviamente presionados y bajo amenaza. Por eso lo más prudente era evitar cualquier contacto.Con la serenidad que caracteriza al ingeniero Fujimori, éste hizo una rápida apreciación político-estratégica y decidió como un primer paso a dar en esta situación de crisis –una de las más graves durante su gobierno– estabilizar el escenario de conflicto para no poner en riesgo la vida de los rehenes. Me indicó por ello, que tuviera lista una “Estimación Nacional Especial de Inteligencia” destinada a proporcionar la mayor evaluación colectiva de toda la información disponible en la Comunidad de Inteligencia peruana para decidir a qué debían atenerse quienes elaboraban las políticas sobre un tema que se consideraba de un interés imprevisto y urgente en cuanto a la seguridad nacional.Concluida la comunicación telefónica por la línea especial con el presidente Fujimori, de inmediato adopté las previsiones de activar y establecer el programa secreto denominado “Centro de Continuidad de Gobierno”. Este estaba especialmente diseñado por el SIN para reubicar a los funcionarios más importantes de la administración en diversos centros de seguridad alternativos que están totalmente separados entre sí, a fin de poder garantizar la unidad y continuidad del Gobierno en caso de que el Presidente o cualquiera de los otros miembros claves del régimen resultaran muertos o secuestrados.Asimismo, se dispuso la inmediata reconstrucción del guión de asalto, cuyo punto de partida fue la inspección que se realizó esa misma noche por personal especializado del SIN a la camioneta Chevy Vande placa de rodaje N° 01-1359, pintada como una ambulancia con el logotipo de “Clave Médica”, que fue utilizada por los 14 miembros del comando operativo del MRTA para trasladarse desde algún lugar desconocido de Lima hasta el blanco de ataque seleccionado por los planificadores terroristas. Se constató que a dicha camioneta le fueron retirados todos los asientos de su interior para facilitar el transporte del grupo de asalto y además se advirtió que el vehículo fue reforzado y blindado con planchas de acero, las cuales tenían pequeños orificios a los costados a fin de ser utilizados como troneras para facilitar el uso de las armas en caso de enfrentamiento con las fuerzas del orden durante el desplazamiento a su objetivo.Ese 17 de diciembre de 1996 siendo las 23:45 horas de la noche, y luego de un poco más de dos horas de iniciada la operación de asalto a la residencia, el ingeniero Fujimori llegó a la sede central del Servicio de Inteligencia Nacional en Las Palmas. Lo hizo acompañado de su hijo Kenji, el ingeniero Absalón Vásquez y el señor Carlos Orellana. Se hacía presente para manejar personalmente la situación de crisis. Lo recibí no bien descendió de su vehículo. Inmediatamente le puse en conocimiento de la “Estimación Nacional Especial de Inteligencia” que me había encargado dos horas antes, por tratarse de un tema urgente que afectaba gravemente la seguridad nacional y por ende la estabilidad y gobernabilidad del país. En ese documento se presentaba una evaluación de lo que conocíamos –hasta ese momento– en la Comunidad de Inteligencia respecto al sorpresivo asalto y toma de rehenes en la citada residencia.En esas circunstancias el Departamento de Contraterrorismo del SIN nos hizo llegar un documento emitido por la Dirección Nacional del MRTA, impreso en una hoja con el título “Voz Rebelde: Comunicado N° 1 del 17 de diciembre de 1996", dirigido a la opinión pública y en que hacían de conocimiento que “el 17DIC96 a horas 20:30 la unidad de fuerzas especiales Edgard Sánchez ocupó militarmente la Residencia del Embajador de Japón, denominando a esta operación Oscar Torre Condesu y tomando como rehenes a diversas personalidades políticas, empresariales y miembros del cuerpo diplomático acreditados en el Perú, los mismos que serán liberados en la medida que el gobierno cumpla con las siguientes exigencias:1. Compromiso de cambiar de rumbo la política económica por un modelo que busque el bienestar de las grandes mayorías.2. La liberación de todos los presos pertenecientes al MRTA y acusados de pertenecer a nuestra organización.3. Traslado del comando que incursionó en la residencia del Embajador Japonés junto con todos los compañeros del MRTA hacia la selva central. Como garantes, también irían parte de las personalidades capturadas, debidamente seleccionadas y estando en nuestra zona guerrillera cumpliremos con liberarlos.4. Pago de un impuesto de guerra.”Luego de leer dicho texto el presidente Fujimori, con la serenidad que lo caracteriza me pregunta:—¿Qué opina usted de este documento?—Vea, señor Presidente, las cuatro exigencias que plantea la Dirección Nacional del MRTA se encuadran dentro de los parámetros que conlleva una operación de esta naturaleza. Ellos se han hecho de una prenda remunerativa de gran valor a fin de luego negociar partiendo de pretensiones maximalistas, pues disponen de múltiples cartas para tratar de conseguir sus objetivos políticos y militares. Debemos partir por reconocer que el MRTA ha hecho una jugada maestra, que viéndola objetivamente constituye, por así decirlo, un jaque en el tablero. Pero, ahí está el quid del asunto, no es un jaque mate, de modo que debemos pensar en la respuesta del Estado frente a este ataque.—Este es un problema que debe encararse en forma integral y no de manera aislada. Debemos diseñar una estrategia global con un enfoque político y militar —respondió el presidente Fujimori.—Coincido con usted, señor —contesté.En ese instante nos alertaron por el intercomunicador interno para que escucháramos Radio Programas del Perú. Al subir el volumen del equipo escuchamos la voz del “comandante Hemigidio Huerta Loayza” —jefe de la operación de asalto—, que advertía queprocederían a ejecutar al canciller Tudela dentro de un plazo de 24 horas si el Gobierno no cedía a las exigencias de la Dirección Nacional del MRTA. Menudo problema el que tenemos entre manos, pensé, cuando a los pocos minutos el edecán de Servicio de Palacio de Gobierno llama por teléfono y solicita conversar con el presidente Fujimori; le informa a éste que el Defensor del Pueblo y el padre Hubert Lanssiers ofrecían su mediación a fin de evitar que dicha amenaza se materializara. Frente a esta situación el Presidente señaló:—¡Esta es una bravata del MRTA! No debemos contestar nada. Tenemos que guardar silencio absoluto. Como Estado no podemos ceder de ninguna manera. ¿Por qué? Porque hay que ir midiendo y evaluando la reacción del MRTA. La estrategia inicial es el silencio. Hay que desesperarlos, sin responder nada. Veamos cuál es su reacción.Fue una decisión firme y correcta, perfectamente razonada, la del ingeniero Fujimori, pero, pensé, seguramente será muy criticado y cuestionado su silencio. ¡Y así ocurrió!De modo sorpresivo, siendo las 23:30 horas aproximadamente, el comando terrorista optó por liberar a un elevado número de rehenes: mujeres, ancianos de avanzada edad y personas sin ninguna vinculación con el mundo político o empresarial. No se trataba de un gesto humanitario o cosa parecida. La medida respondía a un evidente cálculo político y a razones de su propia seguridad. Entre las personas liberadas se encontraba la señora madre del ingeniero Fujimori y su hermana Rosa. Los terroristas no pudieron identificarlas.Dicha liberación la vimos por televisión estando los dos acompañados sólo por Kenji, quien al observar ese hecho le dice a su padre:—¡Mira, es mi abuela y mi tía Rosa que salen juntas, papá!El rostro del presidente Fujimori, cuyo tensión lo había mantenido inexpresivo, volvió a ser el de siempre. Un gran alivio espiritual—constatar que estaban a salvo su progenitora y su hermana-le devolvió color y energía. Esa noche pude, por esta circunstancia, conocer una faceta, una dimensión casi siempre oculta de un ser humano: la emoción. A pesar de su aplomo, serenidad y firmeza, Fujimori es también un mortal más.Hacia la medianoche y concluida la primera liberación de rehenes, el comando del MRTA tomó la decisión de separar a los mozos de los invitados que aún permanecían como rehenes, y luego dispusieron la libertad del personal de servicio. En esas circunstancias ocurrió algo insólito: todos pudimos ver por televisión al edecán del presidente Fujimori, capitán de fragata AP Rodolfo Reátegui Rodríguez, infiltrarse entre los mozos, desprovisto de su uniforme de marino y envuelto con una simple sábana. Con este improvisado atuendo “romano”, bastante ligero y discutible, Reátegui tomó las de Villadiego, fugándose de la residencia a riesgo de su vida.En ese instante salí de la sala de reunión y dispuse que localizaran al comandante Reátegui y lo condujeran al SIN, para que nos brindara la información que pudiera. Paralelamente, los medios de difusión comenzaron a especular sobre el número de asaltantes, sobre quien era la persona que los comandaba y sobre la magnitud de sus requerimientos, llegando incluso a mencionarse que en el asalto y la posterior toma masiva de rehenes habrían participado elementos terroristas extranjeros.Hasta ese momento no se conocía la identidad de la persona que comandaba la operación de asalto, pues quien aparecía como cabecilla tenía el rostro cubierto con un pañuelo con el símbolo del MRTA y se presentaba como el “comandante Hemigidio Huerta Loayza”. La pregunta es: ¿cómo el Servicio de Inteligencia Nacional determinó con absoluta claridad esa noche que el grupo terrorista estaba comandado por Néstor Fortunato Cerpa Cartolini (a) “Evaristo”, miembro de la Dirección Nacional del MRTA?El general PNP Carlos Domínguez Solís asistió en calidad de invitado y acompañado de su esposa a la recepción diplomática. Domínguez tenía un vasto conocimiento sobre las redes terroristas en el Perú, pues había sido jefe de la DINCOTE de 1993 a 1995; durante su comando se logró frustrar una operación espectacular deotro comando operativo del MRTA que pretendía asaltar el Congreso de la República el 30 de noviembre de 1995. En esa ocasión se ubicó el inmueble donde estaban preparándose los emerretistas para la operación de ataque; detuvieron a Miguel Rincón Rincón (a) “Francisco”, el comandante de la operación, evitando que se produjeran esos hechos. Por tanto, conocía perfectamente las identidades y los rostros de todos y cada uno de los integrantes de la Dirección Nacional del MRTA.Los miembros del MRTA deciden, en determinado momento, liberar esa misma noche a las mujeres y varones de avanzada edad; las esposas empezaron a despedirse de sus cónyuges y en esos instantes —por el constante movimiento de los emerretistas— de manera casual se le bajó el pañuelo del rostro al llamado “comandante Hemigidio Huerta Loayza”. Es en esa circunstancia que el general Domínguez logra identificarlo antes de que el cabecilla se cubra el rostro: el comandante de la operación era Néstor Cerpa Cartolini, conocido en el MRTA como “camarada Francisco”. Domínguez comunica ese detalle a su esposa antes de despedirse de ella, dándole la consigna que al salir de la residencia se dirigiera inmediatamente al Servicio de Inteligencia Nacional y pida entrevistarse con mi persona para proporcionarme dicha información, de absoluta credibilidad.Chelita, como buena esposa de un gran policía y un señor a carta cabal, ni bien salió de la residencia se vino al SIN en su propio vehículo y al llegar a sus instalaciones, que ya conocía porque Carlos Domínguez había sido director nacional de Contrainteligencia antes de ser jefe de la DINCOTE, solicitó entrevistarse urgentemente conmigo sin saber que en ese momento estaba yo reunido con el presidente Fujimori evaluando la situación. En la prevención le informaron que era imposible verme, pero ella conociendo el valor e importancia de la información insistió en poder entrevistarse conmigo, indicando que tenía una información de absoluta credibilidad referida a la toma de la residencia y que sólo podía dársela a mi persona por instrucciones del general Domínguez.Al ser informado por uno de mis secretarios, el teniente EP Mario Ruiz Agüero, de su presencia y pedido, dispuse que el oficial de servicio en la prevención recibiera la información y la transmitaa mi secretaría por una línea segura de uso interno en el SIN, pero ella, por instrucciones de su esposo, no quiso hacerlo a una tercera persona, recurriendo esta vez a un “código de presión” que teníamos todo el personal de inteligencia y familiares para casos de emergencia cuando estuviéramos impedidos de movernos por estar sufriendo una amenaza.Cuando el teniente Ruiz menciona el “código de presión”, inmediatamente salí de la reunión con el ingeniero Fujimori y me dirigí a la sala de recibo de la prevención para entrevistarme con ella. Cuál sería su angustia que al verme se le cayeron las lágrimas. Después de reponerse me brindó la información antes referida. Le agradecí por ello y luego la conforté con unas breves palabras.–Chelita, tú sabes, Carlitos Domínguez es un gran policía. Además tú eres una buena mujer de un policía que conoce esta clase de problemas. ¡Anda a casa, quédate tranquila que liberaremos sano y salvo a Carlitos y los demás rehenes! No será fácil, tomará su tiempo, pero recuerda que los hombres de inteligencia debemos de tener paciencia en nuestro trabajo: eso lo sabes muy bien. Cualquier noticia que tenga, te llamaré, ¿okey?–De acuerdo. Gracias Vladimiro –respondió ella y se despidió con la satisfacción de haber cumplido con la misión encomendada.Inmediatamente pasé la información al Departamento de Contraterrorismo del SIN para que la difundiera a toda la Comunidad de Inteligencia, y luego me enviaran por correo electrónico encriptado la Ficha Básica de Personalidad de Néstor Cerpa Cartolini. Dicha información me llegaría a la oficina donde estaba reunido con el presidente Fujimori, disponiendo a su vez que los analistas apoyados por el personal de psiquiatras y psicólogos que laboraban en el SIN, hicieran una evaluación para tener el perfil detallado de Cerpa, y conocer, así, sus posibilidades y limitaciones personales en situaciones de crisis de alto riesgo y gran presión.A partir de ese momento el jefe de Estado conoció quién comandaba la operación de asalto a la residencia, y por consiguiente, ya estaba al tanto del tipo de adversario al cual tenía que enfrentar y desarmar, para lograr la liberación de los rehenes.Esa noche los acontecimientos sucedían uno tras otro de manera vertiginosa, de modo que ello nos obligaba a estar en un permanente estado de alerta. Felizmente el ingeniero Fujimori es una persona que tiene una capacidad de trabajo extraordinaria. Era y es conocido que todos los días laboraba ininterrumpidamente hasta horas de la madrugada, mantenía un ritmo que casi nadie podía seguir. Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar cerca de él, podemos dar fe de su dedicación y entrega totales en aras de dar solución a todos los problemas que vivía el país. Los problemas, por grandes que fueran, los enfrentaba y resolvía con absoluta tranquilidad y serenidad. Es por estas razones que estaba convencido que bajo la dirección y liderazgo de Fujimori saldríamos victoriosos de esta situación de crisis que conmocionaba al país.Al poco rato se presentó en el SIN el capitán de fragata AP Rodolfo Reátegui Rodríguez, edecán del presidente Fujimori, y que en su representación concurrió a la residencia del embajador de Japón. Reátegui, como ya hemos dicho, logró escabullirse de la residencia mezclándose entre los mozos que fueron liberados esa noche. Una vez en el SIN le informó al jefe de Estado, en mi presencia, de todos los detalles que pudo observar desde el inicio del asalto hasta el momento en que se fugó. Luego de las preguntas de rigor fue derivado al Departamento de Contraterrorismo del SIN para que le tomaran la declaración respectiva.Con toda la información disponible que habíamos obtenido inicialmente, que se iría enriqueciendo progresivamente en el transcurso del proceso, a través del monitoreo de las comunicaciones y de la inteligencia de imágenes, con el Presidente pudimos determinar que nos encontrábamos frente a una operación terrorista de tipo político-militar. A nuestro entender, el MRTA se proponía con el asalto y toma de rehenes, los objetivos siguientes:–Primero, como probables objetivos políticos, los que a continuación se indica:• Demostrar ante la opinión pública nacional e internacional que, con esta acción de propaganda armada, el MRTA no había desaparecido como red terrorista en el Perú.• Poner en evidencia que el MRTA tenía capacidad organizativa suficiente para planificar una operación espectacular de gran envergadura, elegir la oportunidad política y ejecutar en forma eficaz operaciones armadas, incluso en Lima, sede del poder central.• Deteriorar la imagen del Gobierno en el exterior, presentando a nuestro país como un lugar inseguro y en el que no había garantía para el turismo y/o las inversiones extranjeras.• Tratar de ganar una simpatía y adhesión de la opinión pública nacional e internacional, a través de acciones de gran impacto, como es el caso de la liberación de rehenes, en la que dio prioridad a los ancianos, enfermos, mujeres y personas ajenas a la política. Con ello el MRTA pretendía proyectar una imagen de organización rebelde civilizada y también poner en evidencia una supuesta posición irreductible del Gobierno que presidía Alberto Fujimori.• Obligar a través del chantaje a que el presidente Fujimori, jefe del Estado, negocie con ellos, de igual a igual, en base a la retención forzada de un alto número de rehenes en su poder.• Buscar conforme corriera el tiempo, que se incrementaran las presiones de los países con ciudadanos retenidos como rehenes, con la finalidad de que el Gobierno se vea ante la imperiosa necesidad de una salida rápida, negociada e incruenta a la crisis.• Demostrar que los internos del MRTA detenidos y condenados por el delito de terrorismo en agravio del Estado y la sociedad, eran “presos políticos” a los cuales se les viola sus derechos humanos por el trato vejatorio de que son objeto en los diversos establecimientos penitenciarios del país.• Lograr sensibilizar a los diversos organismos nacionales y extranjeros, vinculados a la defensa de los derechos humanos, a favor de sus exigencias promoviendo una corriente de solidaridad y comprensión acerca de sus reclamaciones.—Segundo, como probables objetivos militares, los que a continuación se indica:• La liberación de todos los miembros del MRTA que se encontraban purgando condenas por delito de terrorismo en establecimientos penitenciarios de máxima seguridad en el país.• Demostrar ante el país que las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia adolecen de serias vulnerabilidades y deficiencias.• Que pueden en cualquier momento o circunstancia, tomando la iniciativa y utilizando el factor sorpresa, atacar el blanco que con absoluta libertad decidieran elegir sus planificadores terroristas.Ahora bien, luego de este análisis determinamos que la forma como habían actuado, y el comportamiento que estaban adoptando los terroristas del MRTA era casi un calco, copia y repetición mecánica de la captura de la embajada de la República Dominicana en Bogotá, operación efectuada años atrás por un comando operativo de la red terrorista M-19, y que en ese orden de ideas había la alta probabilidad que podrían seguir sus pasos posteriores como un mismo modelo y patrón de conducta, motivo por el cual se solicitó al Departamento de Contraterrorismo del SIN que trajera todos los antecedentes e información básica que dispusiera en la Base de Datos sobre ese evento para poder analizarlo en profundidad, y efectuar un cotejo que nos permita tener una mayor visión panorámica y otra óptica del problema que entre manos tenía y debía el Gobierno solucionar.Mientras en el citado departamento los analistas avanzaban en la tarea del procesamiento de la información sobre los terroristas que ocupaban la residencia, el presidente Fujimori llegó a la conclusión de que el aparente “gesto” de la liberación de un alto número de rehenes, además del efecto político buscado, en el fondo era una medida adoptada para evitar ser desbordados por una cantidad tan elevada de personas, quedando retenidas contra su voluntad sólo aquellas que por su nivel e importancia servían para sus propósitos de chantajear al gobierno.La evidencia que teníamos sobre la identidad de la persona que había comandado la operación, Néstor Cerpa Cartolini, nos dejaba en claro que, si bien éste había podido ejecutar la operación militar de asalto y captura de rehenes en la residencia, carecía de las condiciones de capacidad y formación políticas requeridas para conducir conversaciones que apuntaran a una salida negociada. A esta conclusión se había arribado luego de estudiar su ficha básica de personalidad.Adicionalmente a ello, se precisó que el factor tiempo iba a actuar a favor del comando terrorista en los primeros días. Ello en la medida que el Gobierno iba a tener que soportar las presiones de gobiernos extranjeros y familiares de los rehenes; en los días siguientes esta clara ventaja terrorista inicial iba a revertir, pues nos dejaba un mayor margen de maniobra para la recopilación y recolección de toda la inteligencia requerida a fin de hacer frente a cualquier contingencia y apoyar eficazmente al presidente Fujimori con los insumos necesarios en las decisiones que tomara sobre el particular.La Dirección Nacional de Operaciones Sicológicas (DINOS) del SIN también aprovecharía la ventaja del tiempo para articular y ejecutar el plan de operaciones sicológicas “Aclaración”, plan destinado a dar a conocer ante la opinión pública nacional e internacional la verdadera naturaleza del MRTA: una red terrorista que operaba formando coaliciones con el narcotráfico. Así lo evidenciaba de modo abrumador su secuela de anteriores secuestros, su actividad homicida. Con este plan se buscaba revertir las iniciales simpatías que hubiera podido conseguir el MRTA en personas que carecían de información sobre sus antecedentes; luego de que estas se informaran debidamente, con pruebas irrefutables, esa simpatía inicial iba a trocarse en una clara actitud de condena.A estas alturas y siendo muy de madrugada, el presidente Fujimori me dice:—Vea usted, lo primero que hay que tener presente es que es una política del Gobierno no negociar con los líderes de las redes terroristas por ningún motivo o circunstancia. Partiendo de esapremisa básica, y teniendo en cuenta el análisis que hemos hecho sobre la situación en la residencia y sus implicancias políticas, considero que el Gobierno debe mantener un prudente silencio de 72 horas para ver la reacción de Cerpa Cartolini, y si es que intenta cumplir con su amenaza de ejecutar al canciller Tudela dentro de 24 horas. Y luego... ¿qué debemos hacer, según usted?—Señor, usted como estadista acaba de señalar algunas premisas fundamentales y, acaba de definir un curso de acción inicial. Ahora le cabe definir y fijar como director y conductor de la guerra los objetivos políticos del Gobierno, y luego trazar el rumbo de la estrategia que todos debemos seguir para el logro de esos objetivos. Eso es lo que pienso sería el siguiente paso suyo.—Correcto. Entonces debo decirle que el objetivo político primordial, y prioritario, del Gobierno es lograr la liberación por la vía pacífica de la totalidad de los rehenes. No sólo por elementales consideraciones humanitarias sino porque no se puede permitir que un pequeño grupo terrorista chantajee al Estado. En tal sentido, cualquier paso orientado a una solución del problema generado en la residencia, no puede tener como materia de negociación o de trato, la liberación de ningún terrorista del MRTA que se encuentre cumpliendo diversas condenas en diferentes penales. Conforme a ello, el requisito previo para una posible solución necesariamente debe pasar por deponer las armas. En previsión a cualquier circunstancia se debe preparar como hipótesis de contingencia una intervención militar de rescate, pero sólo se podrá ejecutar ésta con mi autorización. ¿Ha comprendido usted?—Sí, señor Presidente. Están muy claros los objetivos políticos del gobierno y nos demuestran que usted tiene muy definidos los propósitos estratégicos como estadista. Ahora falta que dé las disposiciones respectivas al Gabinete y las Fuerzas Armadas para su debido cumplimiento.—De eso me encargaré yo. Ahora manténgame informado si al cumplirse el plazo de 24 horas Cerpa Cartolini procede a la ejecución del canciller Tudela. Usted verá que no la hará por ningún motivo. De eso estoy muy seguro. Que su personal prepare una maquetade la residencia y la tenga lista en el menor tiempo posible. ¿De acuerdo?—Muy bien, señor Presidente. Lo mantendré informado. Me gustaría compartir su optimismo con respecto a la amenaza de Cerpa, pero, usted comprenderá que como oficial de inteligencia tengo que ponerme en todos los extremos y no descartar nada. Con relación a la maqueta, estará lista en unas cuantas horas conforme lo acaba de disponer.—Correcto, hemos terminado por ahora. Tengo que cambiarme para ir a Palacio de Gobierno y convocar a una sesión del Consejo de Ministros y dar las disposiciones a las Fuerzas Armadas...El presidente Fujimori miró su reloj: eran las cinco de la mañana.—Buenos días... me retiro.—Buenos días, señor Presidente.Nos habíamos pasado la noche despiertos en medio de la agitación del suceso. Noches en vela, como esa se multiplicarían en el transcurso de los 126 días que se prolongaría la crisis de los rehenes; su seguimiento permanente nos permitiría descansar tan sólo muy pocas horas diarias, debido a la gran responsabilidad que recayó sobre el Servicio de Inteligencia Nacional y mi persona en particular.Presentadas así las cosas y en base a la misión asignada al Servicio de Inteligencia Nacional, de inmediato nos pusimos a trabajar en dos vertientes.La primera, consistía en establecer en qué medida los órganos operativos pertinentes habían aprovechado la Inteligencia Predictiva, que oportunamente les fuimos proporcionando, y con la que alertábamos acerca de la inminencia de una acción de envergadura y repercusión nacional e internacional por parte de la red terrorista MRTA, con el propósito de tomar rehenes de importancia a fin de canjearlos por sus militantes presos.La segunda, apuntó a desentrañar cuáles eran todos los demás objetivos políticos y militares buscados por los terroristas.Felizmente, en base a la amplia experiencia adquirida durante los largos años de lucha contra el terrorismo, el Servicio de Inteligencia Nacional disponía de la estructura organizacional y del personal adecuados para tan trascendental misión.Dedicación, profesionalismo y acrisolada mística, eran las armas con las que íbamos a enfrentar este nuevo reto. Éramos conscientes que no podíamos cometer ningún error, pues de la inteligencia que proporcionáramos oportunamente a los elementos operativos, dependía la vida de tantas inocentes personas que se encontraban sometidas contra su voluntad y en permanente peligro de muerte. Una vez más, no podíamos fallarle al Perú.Como es de suponer, apenas producido el hecho, hubo un despliegue descomunal de los medios de comunicación y la noticia sobrepasó al instante nuestras fronteras, convirtiéndose en un suceso de resonancia Mundial. El Perú, por obra y gracia de un pequeño comando terrorista de una agrupación ya casi inexistente, era el centro de la atención internacional, como lo fueron en su momento el asesinato del presidente Kennedy, la caída del Muro de Berlín o la primera Guerra del Golfo.Paralelamente se recibieron muchos pronunciamientos y declaraciones de organismos internacionales, gobiernos y entidades, que nos expresaban su solidaridad y la esperanza de una pronta y feliz solución. Así, por ejemplo, el Grupo de Río aprobó un pronunciamiento condenando el acto terrorista. Nicholas Burns, vocero del Departamento de Estado, dio a conocer la enérgica condena del gobierno de Estados Unidos de Norteamérica “por la brutal captura de rehenes... no puede haber justificación para este vergonzoso acto de violencia y terrorismo”. Paralelamente el gobierno recibió sendos mensajes de Venezuela, Bolivia, España, Uruguay, Argentina, Canadá, Gran Bretaña y Brasil, entre otros países que ofrecieron su ayuda y expresaron su solidaridad con el momento dificil que se estaba viviendo.El 18 de diciembre de 1996 a las 8:00 horas fueron convocados todos los ministros a Palacio de Gobierno, y luego de la reunión del Gabinete en pleno con el presidente Fujimori, le consultaron al señor Domingo Palermo —por entonces ministro de Educación—si aceptaba ser designado interlocutor del gobierno con el MRTA. Este dio su conformidad, y a partir de ese entonces se convirtió en una de las personas del régimen que jugó un rol clave, de suma importancia, para tratar de lograr la liberación de todos los rehenes mediante una salida pacífica y a través del diálogo. Así empezó una larga y titánica tarea en aras de cumplir con la misión encomendada; durante los 126 días que duró la crisis de los rehenes, “el secuestro más dramático y numeroso e importante de la historia peruana”, como dijera el propio señor Palermo, quien era sabedor de que el Estado no podía negociar con elementos terroristas, y menos aún bajo la presión de una toma importante de rehenes.Transcurridas las 24 horas, Cerpa no cumplió con su amenaza de ejecutar al canciller Tudela —tal y como lo había previsto el presidente Fujimori— y en el SIN todos respiramos recién un aire de tranquilidad y alivio. Felizmente no se produjo el temido desenlace que todos rogábamos a Dios como cristianos que somos, no sucediera. Confieso que esa noche le puse una vela al Divino Niño Jesús dándole las gracias por mantener a salvo y con vida al señor Tudela. Dios escuchó mis súplicas, y así más tranquilo, pude cumplir con mis obligaciones. Para ese momento ya teníamos lista la primera maqueta de la residencia.Cuando le informé al ingeniero Fujimori, recuerdo que expresó:—¿Qué le dije? Hoy empieza el desmoronamiento del plan de Cerpa Cartolini.—Sí, señor Presidente; tenía usted toda la razón.—Yo estaba seguro que no cumpliría con esa amenaza. Ahora la iniciativa la tenemos nosotros. Estoy preparando un Mensaje a la Nación al cumplirse las 72 horas. Ya verá la firmeza y energía del Gobierno. A propósito, ¿la maqueta de la residencia está lista?—Sí señor, está lista.—Que la coloquen en mi cochera del SIN para tener una reunión con tres coroneles del Ejército esta misma noche.—Muy bien, señor Presidente.—Manténgame informado de cualquier novedad.—Comprendido, señor Presidente.Ese día, 18 de diciembre de 1996, por problemas de salud, y a lo largo del día, son liberados ocho rehenes. Entre ellos estaba el presidente del Patronato de Lima, Juan Gunther; el embajador retirado José de Cossio Ruiz de Somocurcio; el embajador de Canadá, Anthony Vincett (que se incorpora a partir de ese momento al grupo de Alto Nivel); el embajador de Alemania, Heribert Woeckell; el embajador de Grecia, Alcibiades Carokis; el consejero francés Hyacinthe D'Montera, el diplomático peruano Armando Lecaros y junto a ellos el señor Kotarro Kanashiro.Siendo las 23:00 horas llegó a las instalaciones del SIN el presidente Fujimori, siendo recibido por el general Julio Salazar Monroe. Luego de darle parte sobre las actividades desarrolladas durante todo el día, el jefe de Estado dispuso —a través de su edecán de servicio— que me apersonara a su despacho inmediatamente, cosa que hice indicándole que la maqueta de la residencia estaba confeccionada e instalada en su cochera del SIN.En ese acto bajamos del segundo piso por las escaleras y fuimos hasta su cochera, donde en un ambiente contiguo se encontraba instalada la maqueta. La vio, y como es característico en su personalidad, formuló diversas preguntas. Luego me dio algunas indicaciones para que se hicieran tomas fotográficas de todo el contorno de la residencia y luego se colocaran en todo el perímetro de la maqueta hecha de cartón a escala.La estructura de la maqueta posibilitaba destapar el techo para poder tener una visión completa de las habitaciones del segundo piso, e igualmente hacer lo propio con este piso, a efecto de poder ver la distribución de todos los ambientes del primer piso. Esta maqueta estaba ingeniosamente implementada con unos pequeños muñecos hechos de resina que simbolizaban a los rehenes y suscaptores. Los muñecos verdes simulaban ser los 14 terroristas y los azules, los rehenes. Terroristas y cautivos se habían distribuido y ubicado en cada una de las habitaciones de ambos pisos, en función a la información disponible.Luego retornamos a su despacho, donde el presidente Fujimori me indicó que había dispuesto la concurrencia al SIN de los tres coroneles del Ejército que estarían a cargo de la planificación de la operación militar de rescate, que como hipótesis de contingencia debía preverse, y en ese sentido, me señaló que apenas llegaran se le informe a fin de tener una reunión en el ambiente de la cochera donde estaba ubicada la maqueta.A la 1:00 a.m. del día 19 llegaron al SIN los coroneles del Ejército Peruano José Williams Zapata, Luis Alatrista Torres y Jesús Reyes Tavera, quienes se presentaron ante el presidente Fujimori por orden del comando de su institución, para exponerle el plan de operaciones que habían formulado y expuesto a las 23:00 horas del día 18 ante los miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.Al ingresar los tres citados coroneles al lugar donde se encontraba la maqueta, se sorprendieron de verla tan completa y verídica: nunca se imaginaron que el presidente Fujimori como buen ingeniero que es, habría de tomar, como una de sus primeras decisiones la de disponer la confección de esta maqueta que sirvió durante los 126 días para las diversas reuniones que se tuvieron en la cochera del SIN con ocasión de la crisis de los rehenes.Ante la gran utilidad que tenía la maqueta, el coronel José Williams Zapata, como comandante de la fuerza de intervención le solicitó al jefe de Estado que el SIN les proporcionara una maqueta similar, para los ensayos de su personal.En ese instante el Presidente me indicó que se preparara otra y se proceda a entregarla al coronel Williams en la División de Fuerzas Especiales del Ejército que estaba ubicada frente al local del SIN, en Las Palmas.Antes de finalizar el día 19 de diciembre de 1996, se cumplió con la disposición impartida: el SIN atendió el requerimiento del coronel Williams. Esta vez dispuse la confección no de una, sino de dos maquetas, pues yo necesitaba una para desarrollar mis actividades de inteligencia como oficial del caso, encargado y responsable de conducir las actividades de inteligencia que requería la fuerza de intervención para ir perfeccionando diariamente la planificación de la operación militar de rescate, que era de su exclusiva competencia.El 19 de diciembre de 1996, llega al Perú el canciller de Japón, Yukihijo Ikeda, quien fue enviado por el gobierno de su país para asegurarse que el presidente Fujimori le dé prioridad a la seguridad de los rehenes, y señalar que apresurar una incursión militar era muy peligroso, pues ponía en riesgo la integridad de las personas retenidas contra su voluntad. En esa ocasión el ministro de Relaciones Exteriores Ikeda fue muy enfático en precisar que si hubiesen muchas víctimas, las relaciones diplomáticas entre Perú y Japón estarían en grandes problemas. El canciller japonés insistió ante la prensa que era muy peligroso el camino de intentar la solución mediante el uso de la fuerza en una forma tan prematura.Desde los primeros momentos Japón efectuó significativas presiones sobre el gobierno peruano. La gran potencia asiática brindaba una importante ayuda económica al Perú; esa ayuda —fue una sutil advertencia— podría interrumpirse si el presidente Fujimori tomaba la decisión de realizar una operación militar de rescate. Era obvio que los japoneses no comprendían cabalmente cuál era la situación del terrorismo en nuestro país, y por eso actuaban de esa manera, señaló más tarde el ingeniero Fujimori.Ese mismo día 19, son liberados cuatro rehenes más: los señores Juan Shimabukuru Yamashiro, Fidel Aray Aray y Noka Seikoto, quienes ejercían el comercio en la ciudad de Huacho. Asimismo, es evacuado el presidente de Nissan Motor, señor Carlos Chiapori Cambana, por tener serios problemas de salud.El viernes 20 de diciembre de 1996, es liberado un grupo de 38 rehenes adicionales, siendo las 19:25 horas. Entre ellos figurabanel entonces congresista Javier Diez Canseco; el embajador de Brasil, Carlos Luis Coutinho Pérez; el embajador de Egipto, Ismael Samy; el embajador de Corea del Sur, Lee Wong Young; el doctor Alejandro Toledo Manrique y el ingeniero Javier Sota Nadal. En esa ocasión el señor Javier Diez Canseco leyó un comunicado del MRTA que señalaba la disposición de este grupo terrorista de seguir liberando rehenes, si es que el presidente Fujimori les permitía comunicarse con los dirigentes emerretistas presos. Sostenían, además, que para facilitar una solución a la crisis, estaban liberando rehenes de manera incondicional. Asimismo, se leyó un mensaje de los rehenes, documento en el que éstos instaban a las autoridades a ingresar en una etapa de conversaciones con los secuestradores.Por su lado, los comunicados del MRTA, las múltiples declaraciones de Cerpa en Lima y de Isaac Velasco, su vocero en Europa, aunado a las pancartas que fueron colocando en las ventanas de la residencia, de una u otra manera contribuían a crear confusión y daban pie para que personas, grupos y organizaciones llamadas “progresistas” hicieran pronunciamientos que en nada contribuían a generar el mejor clima requerido para una eficaz solución de la crisis, en la medida que actuaban como factores de presión sicológica sobre el Gobierno peruano.El día 21 por la noche, el presidente Fujimori —de acuerdo a la estrategia diseñada por su despacho para el manejo de la situación de crisis— rompió recién su silencio y dio un sorpresivo Mensaje a la Nación en el que señaló que la principal preocupación del Gobierno era hallar una solución sin vulnerar los derechos humanos de los rehenes ni de sus captores. Dijo que sólo estará garantizado que no se usará la fuerza si el grupo terrorista depone las armas ante una comisión de garantes, y libera sin ninguna condición a todos los rehenes. Asimismo, denunció que el MRTA pretende iniciar un diálogo colocando un fusil AKM en la nuca del Estado y que eso era inaceptable para el Gobierno.Este mensaje constituyó la respuesta del presidente Fujimori, y a su vez un ultimátum, pues en esencia y sustancia lo que les dijo a los terroristas fue: “entreguen las armas y luego conversamos”.Si bien el silencio presidencial de 72 horas fue duramente criticado en el país y el extranjero, ello obedeció a que no se entendía, ni menos conocía, que el ingeniero Fujimori estaba desarrollando una meticulosa y fina estrategia política, hábilmente concebida por su persona, y en ese sentido los tres días de silencio que se impuso fue para compulsar y evaluar aspectos doctrinarios en materia de lucha contra las redes terroristas. Esto le permitió conocer al adversario, estudiar sus movimientos y señalar, a su vez, el curso de acción político a seguirse: “Señores, ustedes quieren utilizar el diálogo. Muy bien, hablemos; tienen todas las garantías del caso”. Para que no quede duda de la seriedad del Gobierno, el presidente Fujimori comprometió la participación de respetables personalidades, nacionales y extranjeras, de marcada solvencia, que servirían como garantes imparciales del diálogo propuesto.El 22 de diciembre de 1996, son liberados 225 rehenes, en subgrupos, los mismos que son trasladados al Hospital de Sanidad de la PNP; en este nosocomio son recibidos por el propio presidente Fujimori. Cabe destacar que entre los liberados estaban el embajador de Panamá, Carlos Luis Linares; el embajador de Cuba, Pedro Díaz Arce; el embajador de Venezuela, Horacio Arteaga; el embajador de Austria, Arthur Shusching; el vocal supremo Nelson Reyes Ríos y los miembros del Jurado Nacional de Elecciones, Rómulo Muñoz Arce y Ramiro de Valdivia Cano.Para tener una mayor capacidad de observación de la residencia del embajador Aoki, y poder realizar con mayor amplitud las tareas propias que demandaban las actividades de inteligencia —así como facilitar las labores de reconocimiento que debían efectuar los diversos niveles de la fuerza de intervención—, el ingeniero Fujimori estimó por conveniente que el SIN proceda a alquilar todas las viviendas situadas alrededor de la residencia. Es así que se procedió a rentar cinco inmuebles ubicados en la calle Marconi de San Isidro; éstos colindaban con la parte trasera de la residencia. Tuvo que efectuarse una ardua negociación con los dueños, que al final aceptaron luego de consignarse cláusulas en los contratos que nos obligaban a devolverles sus casas en las mismas condiciones en que nos las entregaban.Para el control y seguridad de todas las viviendas alquiladas, el jefe del SIN dispuso que el comandante EP Jesús Zamudio Aliaga —quien laboraba en la Oficina Ejecutiva de Seguridad y Protección del SIN— fuera la persona encargada de esa misión, razón por la cual debía permanecer durante el tiempo que durara la crisis a cargo de esa responsabilidad. Zamudio Aliaga cumplió cabalmente con ese encargo que abarcó el periodo que va del 20 de diciembre de 1996 hasta el 25 de abril de 1997.El 24 de diciembre de 1996 es liberado un rehén en razón de que el Tribunal de Apelaciones de Uruguay liberara a los peruanos Luis Alberto Samaniego y Sonia Gora Rivera, integrantes de la red terrorista MRTA, presos en Uruguay: luego de esa liberación, y siendo las 18:00 horas, es liberado el embajador de Uruguay, Tabaré Bocalandro Yopeyu Hirata.Ese día de Navidad estuvimos, como todos los días precedentes, con orden de inamovilidad absoluta en el SIN. Permanecíamos en las instalaciones del Servicio monitoreando minuto a minuto la situación que se vivía en la residencia y con la disposición de atender cualquier orden presidencial. A pedido del presidente Fujimori concurrieron en horas de la noche los tres coroneles del Ejército ya mencionados. Uno de ellos, el coronel José Williams continuó con la exposición de su plan de operaciones ante el jefe de Estado. A este oficial le preocupaba que el tiempo de aproximación de la patrulla de intervención desde la zona de posiciones en las casas aledañas hasta el local de la propia residencia, demorara un total de 15 minutos; ese tiempo permitía a los terroristas contar con una gran ventaja: detectar el inicio de la operación. De este modo se perdía el factor sorpresa y se corría el riesgo de que, en represalia, los terroristas ejecutaran rehenes.Siendo el objetivo de la misión el rescate de todos los rehenes sanos y salvos, la operación así concebida, con ese tiempo muerto de 15 minutos, no cumpliría su propósito. Más bien generaría una masacre de las personas que habían sido secuestradas. Ante esa atinada observación del presidente Fujimori, el coronel Williams le dice que podrían reajustar al máximo ese tiempo, reduciéndolo a no menos de 10 minutos, pero para eso tendría que sacrificar algunasfases del plan. Es decir, se disminuía el tiempo en 5 minutos al sacrificarse una etapa del plan, ¡pero el resultado sería el mismo!, pues los terroristas tenían 10 largos minutos para eliminar a los rehenes, lo que sería un desastre humanitario y político.En esas condiciones, como es lógico, el ingeniero Fujimori no daría de ningún modo su autorización para realizar la operación militar de rescate. Siendo una línea de pensamiento suya que “frente a los problemas siempre hay soluciones”, lanzó la idea de construir túneles para ganar esos 10 minutos de tiempo y mantener la sorpresa en el inicio de la operación, ya que en segundos la fuerza de intervención estaría sobre su objetivo, y los terroristas, al ser sorprendidos, no dispondrían de tiempo para eliminar a ningún rehén.Estando al concepto de la operación planteado por el jefe de Estado, como director y conductor de la guerra, le pregunto al conductor de la operación coronel Williams: ¿Dónde quiere usted que se construya los túneles para que ingrese la patrulla? Williams señaló en la maqueta, con la ayuda de un puntero, las casas desde donde debían construirse los túneles, y los lugares donde tendrían que concluir para mantener el secreto de la operación y la sorpresa en el ataque.A partir de ese momento el coronel Williams debía redefinir totalmente su plan de operaciones, pues había cambiado el concepto de la operación. Antes de retirarse los tres coroneles, el comandante de la patrulla le consulta al presidente Fujimori, quién se encargaría de la construcción de los túneles, pues su personal no podría hacerlo. El Presidente le responde que no se preocupara, pues esa tarea sería encomendada al Servicio de Inteligencia Nacional.Cuando con el ingeniero Fujimori nos encontrábamos ya en su despacho del SIN, los dos solos, me indicó que le encargaría al ingeniero Absalón Vásquez Villanueva traer unos mineros de Ayacucho para ponerlos a mi disposición. Con ellos debería encargarme de la construcción del primer túnel, en tanto el primer ministro Alberto Pandolfi buscaría a otro grupo de mineros de Cerro de Pasco para que me apoyaran en la construcción simultánea delresto de los túneles que requería el coronel Williams. Menuda tarea adicional que me encargaba el presidente Fujimori y que cumpliría cabalmente, pues era consciente que esa misión constituía un eje fundamental que tenía el director y conductor de la guerra.El 28 de diciembre de 1996, son liberados 20 rehenes por gestiones de monseñor Cipriani y del interlocutor oficial del Gobierno, el ministro Domingo Palermo.El 31 de diciembre de 1996, luego de las coordinaciones entre los interlocutores —a los que días antes se había sumado monseñor Juan Luis Cipriani— y el comando terrorista captor, se permitió por primera vez el ingreso de periodistas al interior de la residencia, ocasión en la que varios rehenes —entre los que se encontraban el propio embajador Aoki, el canciller Tudela y el congresista Siuraformularon declaraciones a la prensa nacional e internacional. Al término de esa “conferencia de prensa”, Néstor Cerpa Cartolini reafirmó que la posición de su grupo terrorista con relación a la liberación de los rehenes era inflexible y que “no veía una solución inmediata al problema”.Al margen de la repercusión que tuvo esta conferencia de prensa sui generis, se produjo una excelente oportunidad para que el SIN pudiera tomar nota, en forma directa, desde dentro de la residencia, de la edad y cantidad de terroristas, del tipo de armamento de que disponían, de las condiciones en que estaban viviendo los rehenes... En esa ocasión se logró infiltrar a un agente de inteligencia entre los periodistas que ingresaron. Este agente pudo apreciar, asimismo, el comportamiento, el grado de moral, la capacidad y la actitud de los elementos terroristas que se hicieron visibles.Ese mismo día, que es el último día del año y vísperas de año nuevo, son liberados dos rehenes: el embajador de Honduras, José Eduardo Rangel, y el cónsul de Argentina, Juan Antonio López Ibáñez. Así finaliza el año 1996 con el Perú viviendo una tragedia nunca vista a consecuencia de un golpe, ciertamente audaz y espectacular, de un comando operativo terrorista que logró apoderarse de una legación extranjera y cientos de personas, captando de este modo la atención de toda la prensa mundial.El 1 de enero de 1997 son liberados siete rehenes más por gestiones de monseñor Cipriani y el representante de la Cruz Roja, Michael Mining. Entre los liberados se encontraba José Kamiya Teruya, secretario de la Presidencia de la República, que se hizo pasar por funcionario de una empresa japonesa.Con el correr de los días arribaron a nuestro país cientos de periodistas extranjeros, en su mayoría invitados por los gobiernos y medios de difusión cuyos connacionales estaban entre los cautivos. Corresponsales de las más importantes cadenas de televisión e incluso “especialistas” de países amigos llegaron para ofrecer el aporte de su experiencia en este tipo de hechos, ofrecimientos que fueron agradecidos pero no aceptados, pues considerábamos que nuestro personal de inteligencia contaba con la suficiente experiencia y profesionalismo para enfrentar la situación.Entre tanto, en el Servicio de Inteligencia Nacional continuábamos trabajando sin descanso, día y noche, para aportar la inteligencia adecuada, dentro de los principios de oportunidad, objetividad y eficiencia, y basándonos en la definición clásica de la doctrina, en el sentido que inteligencia “es todo aquel conocimiento de algún hecho, fenómeno, persona o cosa en general, obtenido con el máximo rigor posible, que tiene un grado óptimo de verdad o predicción y que es determinado para una finalidad específica, como un elemento de juicio para la adopción de decisiones”.En las mentes y en los corazones de todos los hombres del SIN involucrados en esta titánica misión, resonaba permanentemente la frase “elemento de juicio para la adopción de decisiones”. Sabíamos que de la inteligencia que pudiéramos obtener dependía del éxito o el fracaso de la operación de rescate. El éxito significaba la liberación, sanos, de la totalidad de los rehenes. Éramos plenamente conscientes de la enorme responsabilidad que pesaba sobre el Gobierno en torno al manejo de problema tan delicado. A ese problema había que darle una solución acertada y satisfactoria. Es lo que esperaban con dolor y angustia los familiares de quienes estaban retenidos contra su voluntad en la residencia, era lo que esperaban millones de peruanos que querían que su Gobierno siguiera garantizándoles paz, seguridad y tranquilidad. Metafóricamente, todas estas expectativaspesaban sobre los responsables del éxito de la operación, como una descomunal masa de concreto.De sólo pensar que un grupo de terroristas desalmados, fríos y sanguinarios, pudiera, finalmente, imponer su voluntad por la fuerza, derrotando a la razón y a la ley, se nos escarapelaba el cuerpo. No sólo había en juego vidas humanas —algo que es invalorablesino la estabilidad de toda una nación que acababa de salir de la pesadilla del reino del terror impuesto por Sendero Luminoso y el MRTA. De salirse con la suya Cerpa y sus secuaces, quedaba expedito el camino para experiencias similares en el Perú y fuera de él. Quedaría al desnudo la debilidad del Estado, la incapacidad de un Gobierno, la inoperatividad de sus servicios de Inteligencia (lo que era un contrasentido, luego de su performance a partir de 1990)... es decir, ¡un desastre total!, que se traduciría en una recuperación vertiginosa del terror, que volvería a las calles, a los coche bombas, a los secuestros, etc. Estaba, pues, en juego, algo muy grande: el destino del Perú.Esto quizá pueda entenderse mejor hoy, que curso estas líneas, y cuando el país, a pesar de las acciones terroristas esporádicas y focalizadas en el Huallaga y en el VRAE, vive un clima en el que prospera la producción, la inversión nacional y extranjera, y el turismo. ¿Qué habría pasado si hubiera capitulado el gobierno de Fujimori ante el comando emerretista de Cerpa? Simplemente la historia nacional habría sido otra, con otros actores, entre los cuales probablemente hubiera estado el propio Cerpa y otros terroristas más, ya liberados de las cárceles. Y lógicamente aquello habría tenido un obvio correlato en lo económico. Aunque se trata de especulaciones, son especulaciones legítimas: ¿podemos imaginarnos un Perú con las tasas de inversión que se dieron desde el 2000, con el auge agroexportador y minero conviviendo con los resurrectos MRTA y Sendero Luminoso? Dejo la respuesta a la imaginación y sentido común del lector.Ante este reto inmenso, el Gobierno, pues, se estaba jugando el todo por el todo: credibilidad, prestigio, respeto al Estado de Derecho, respaldo internacional y básicamente la opción para que los peruanos podamos vivir en paz y con seguridad. En fin,entendimos que todos estos conceptos estaban resumidos en las palabras del señor Presidente de la República cuando se dirigió al país expresando con firmeza que el gobierno jamás iba a aceptar conversar con los terroristas, bajo la presión de un fusil AKM en la nuca.En base a la experiencia que habíamos acumulado, y para el mejor cumplimiento de la misión encomendada, conformé varios equipos de trabajo, a fin de atender las tareas que tenía como responsable de conducir las acciones de inteligencia durante la crisis de los rehenes de acuerdo al detalle siguiente:—Primero, para proporcionar al Gobierno la inteligencia requerida durante el proceso de conversaciones entre el interlocutor Domingo Palermo y los miembros del MRTA.—Segundo, para proporcionar la inteligencia precisa, oportuna y eficaz al comandante de la fuerza de intervención para la realización del operativo militar de rescate.—Tercero, para dar cumplimiento a la disposición del presidente Fujimori, como presidente del Sistema de Defensa Nacional, de informarle el Día “D” y la Hora “H” de acuerdo a los lineamientos estratégicos esbozados por su despacho.—Cuarto, para la construcción de una réplica de la residencia del embajador de Japón, a fin de que sea utilizada por el personal de comandos en el ensayo de la operación militar de rescate.—Quinto, para la construcción de los túneles mediante los cuales la fuerza de intervención debía desarrollar por sorpresa una maniobra envolvente subterránea a fin de rescatar a los rehenes.En este punto, cabe formular algunas reflexiones. Estábamos ante un problema nunca visto en el país, pero, además, las experiencias similares en el exterior que habían sido coronadas por el éxito eran contadas con los dedos. En principio, éramos conscientes que en esta oportunidad no podíamos recurrir al procedimiento clásico que recomienda el empleo de agentes de penetración en el blanco objetivo: la residencia.Sin embargo, el destino hizo posible que se nos presentara otra oportunidad luego del corte de luz, agua (la que se restituyó muy rápidamente por razones sanitarias), de todas las comunicaciones y la cerrazón de la puerta principal de la residencia con unos bloques de madera por disposición del presidente Fujimori. Néstor Cerpa Cartolini solicitó la restitución de la luz, situación que fue creada adrede, para que cayeran en el engaño estratégico. Esto posibilitó elLuego que el presidente Alberto Fujimori autorizara que la estrategia militar a cargo del conductor de las operaciones, diera inicio a la maniobra envolvente subterránea, factor sorpresa decisivo que produjo los resultados satisfactorios que el Perú y el mundo pudo admirar.ingreso al interior de la residencia de agentes del SIN, técnicos en electrónica, quienes aprovecharon para colocar algunos dispositivos de transmisión (que se alimentaban con la propia energía eléctrica) encubiertos en los tomacorrientes, facilitando de esta manera el trabajo de inteligencia.Esta oportunidad excepcional constituyó inicialmente una valiosa fuente de información que fue convenientemente utilizada por el equipo de analistas del SIN que tenía como una de sus funciones mantener permanentemente actualizada la “Carta de Situación de Inteligencia” referida a la crisis de los rehenes.Adicionalmente a ello, de entre los grupos de trabajo conformados en mi calidad de oficial del caso, dispuse que un equipo de expertos viajara a la selva con la finalidad de poder obtener la mayor información posible en cuanto a los antecedentes y datos personales de los integrantes del grupo del MRTA que eran oriundos de esa área geográfica del país, para de esta manera complementar la Ficha Básica de Personalidad que de cada uno de ellos disponíamos en el SIN. Hecho el acopio de esta información, remitiríamos luego copia al coronel José Williams.Otro grupo fue encargado de entrevistarse con los rehenes liberados, a fin de obtener un conocimiento más completo sobre las características de la residencia, la distribución de las habitaciones, los horarios impuestos por los terroristas a los cautivos en las distintas actividades por realizar —como el horario de alimentación, de despertarse, de asearse—, el estado anímico de los rehenes y también el de los terroristas, particularmente el tipo de trato que tenían entre ellos y con todos los rehenes. Del mismo modo, queríamos conocer con la mayor exactitud cuál era la conducta y actitud personales de Cerpa Cartolini, quién tenía ascendiente sobre él, cómo se comportaban las terroristas (había 2 mujeres) con los otros miembros del MRTA y con los rehenes. Si había alguna relación sentimental entre alguna de las terroristas con alguno de sus compañeros del comando operativo.Un tercer grupo analizaba el libro “Así nos tomamos la Embajada” cuyo autor es Rosemberg Pabón Pabón, el cual con 16miembros del denominado “Comando Jorge Marcos Zambrano” del M-19, en el año de 1979 tomó por asalto la embajada de la República Dominicana en Bogotá, Colombia. El objetivo era proyectar los futuros pasos que daría Cerpa Cartolini, pues sus acciones iniciales, y el desarrollo siguiente, nos insinuaron que podría estar copiando el libreto del M-19. A la vez compatibilizábamos nuestros análisis con el resultado de las informaciones que obteníamos dentro de las relaciones de cooperación con organismos homólogos de inteligencia.El cuarto grupo iba estructurando el complejo proceso de armar un mosaico, con piezas y pedacitos que formaban el rompecabezas de inteligencia con los perfiles de Cerpa Cartolini y de los otros emerretistas identificados ya plenamente, como Rolly Rojas (a) “El árabe” y otros.Otro grupo estaba a cargo de la información de campo, pues obtenía la inteligencia de las actividades al interior de la residencia por medios de recolección técnicos y otros procedimientos de obtención de información para su remisión a la Base de Datos del Departamento de Contraterrorismo, el que a su vez lo retransmitía a mi secretaria en el SIN para el análisis correspondiente.Toda la información obtenida por los diversos grupos era procesada para convertirse en inteligencia básica, actual y predictiva, en el “Centro de Análisis de Respuesta Rápida” cuyo funcionamiento –durante la crisis de los rehenes– estuvo a cargo de mi persona a fin de poder diseminar la información en tiempo real para conocimiento de los usuarios principales.El citado “Centro de Análisis de Respuesta Rápida” lo concebí e implementé –con autorización del jefe del SIN, general Julio Salazar Monroe– en la secretaría de mi oficina en el SIN y funcionó para centralizar toda la inteligencia disponible a efectos de que bajo los principios doctrinarios de celeridad, oportunidad y unidad de dirección, se disemine toda la inteligencia disponible para la toma de decisiones políticas por el presidente Fujimori y el perfeccionamiento del plan de operación militar para el rescate de los rehenes, bajo responsabilidad del coronel EP José Williams Zapata.Aquí debo reconocer el esfuerzo desplegado a lo largo de los 126 días –que duró la ocupación de la residencia por miembros del MRTA– de los entonces tenientes del Ejército Peruano Wilbert Ramos Viera y Mario Ruiz Agüero, quienes en calidad de secretarios me brindaron su invalorable apoyo para que funcionara eficientemente el “Centro de Análisis de Respuesta Rápida”. Por este aporte fueron felicitados por el jefe del SIN mediante la Resolución Jefatural N° 058.1-97–SIN.01 del 28 de mayo de 1997, que reconocía los servicios prestados para salvar la vida de todos los rehenes.En dicho centro, y para utilizar las expresiones técnicas de la doctrina de inteligencia, teníamos que elaborar la estructuración de la situación estratégica operacional en la residencia, con el mayor grado de certeza posible, pues sin estos elementos la fuerza de intervención militar encargada de cumplir la hipótesis de contingencia no hubiera podido culminar su misión con éxito.El 1 de enero de 1997 llegaron a Lima, en horas de la noche, los mineros de Ayacucho al mando de un ingeniero. Fueron traídos al SIN por Absalón Vásquez Villanueva, quien los puso a mi disposición. Se les instaló convenientemente para que descansaran. Al día siguiente fueron introducidos de manera encubierta en una de las casas alquiladas alrededor de la residencia y que estaba a cargo del comandante Zamudio Aliaga, para efectuar el reconocimiento, planeamiento y programación del trabajo por realizar y luego presentar ese día sus requerimientos a fin de iniciar posteriormente la construcción del primer túnel. Este trabajo de construcción se inició el 2 de enero de 1997 y se le denominó “TUNA”, un código de seguridad para evitar fuga de información.Con respecto a los túneles mucho se ha especulado, llegándose a decir que nos fueron sugeridos por especialistas extranjeros, o que fuimos inspirados por la experiencia de los túneles empleados en la Guerra de Vietnam, todo lo cual, ahora se puede decir, es completamente falso. No tuvimos apoyo ni sugerencias de ningún especialista extranjero, pues fue una idea y concepción del presidente Fujimori, y si hubo algo que inspirara podría decirse que fue en todo caso la intención de devolverles a los terroristas con la mismamoneda el sospechoso túnel que sirvió para la fuga de un elevado número de militantes del MRTA en los días finales del gobierno del doctor Alan García Pérez el 9 de julio de 1990.Para la construcción de los túneles de aproximación al objetivo los mineros debían trabajar las 24 horas en tres turnos de 8 horas cada uno, evitar todo tipo de ruido innecesario durante su trabajo, y permanecer aislados un tiempo indefinido, mucho más allá del tiempo que iba a demandar la construcción de una obra que no sabían dónde estaba ubicada, ni para qué iba a servir. La persuasión, más el incentivo económico, permitió convencer a este equipo conformado por peruanos, cuyos nombres mantendremos en el anonimato, pero que proporcionaron un aporte muy valioso al éxito de la operación, lo que ahora debemos reconocer.Es importante mencionar que el presidente Fujimori me encargó también la responsabilidad para la construcción de una réplica a tamaño real de la residencia del embajador del Japón, la misma que fue construida en un tiempo récord por un equipo de personal seleccionado. Esta obra se construyó con la máxima discrecionalidad, y una vez concluida, posibilitó que en dicho inmueble el personal militar designado para la operación de rescate efectuara los ensayos reales para la liberación de los rehenes, incluso utilizando los mismos explosivos y municiones que emplearían poco después durante el operativo “Chavín de Huantar”.Ya no se trataba de una maqueta para ensayos finalmente teóricos, pues se disponía, ahora, de una réplica exacta de la residencia, con sus mismas características y las mismas dificultades que enfrentarían más adelante los comandos. En los dos ensayos finales estuvimos presentes con el ingeniero Fujimori. En aquella ocasión el jefe de Estado pudo constatar las bondades de la ejecución del plan, particularmente en el uso de los explosivos, aspecto que se trató con la debida rigurosidad e importancia, habida cuenta de que trataba de buscar una suerte de riesgo cero, a fin de evitar que la honda expansiva pudiera causar daño a los rehenes ubicados en el segundo piso de la residencia.Por su parte, el grupo del MRTA, como hemos reseñado, fue en forma gradual liberando a grupos de rehenes. Cerpa Cartolini y Rolly Rojas habían acordado que sólo quedaran no más de 72 cautivos de los más de 500 que estuvieron en el interior de la residencia el día de la incursión terrorista. Esta reducción del número de rehenes a la vez que le facilitaba al MRTA la organización y el control de la residencia, indirectamente también nos había dado a los hombres de inteligencia la información acerca del por qué se había producido esta reducción de rehenes.Paralelamente, el vocero del MRTA en Europa, Isaac Velasco, al declarar el 4 de enero de 1997 a la agencia internacional de noticias France Press que “es el gobierno del presidente Fujimori el que pierde con el estancamiento de las negociaciones (...) nosotros tenemos todo el tiempo del mundo (...) esperamos que el gobierno peruano dé los próximos pasos, que reflexione, que escuche todas las propuestas y esté dispuesto a discutirlas”, nos confirmaba en la apreciación inicial de inteligencia que el factor tiempo era un elemento decisivo. Si bien al inicio pudo jugar a favor de los terroristas, ahora esta dinámica estaba revirtiendo y pasaba a jugar a favor nuestro, pues confirmaba también que Cerpa Cartolini había podido entrar a la residencia aprovechando el factor sorpresa, pero ahora no sabía cómo salir. Las declaraciones de su vocero había que interpretarlas corno lo que eran: solamente bravatas que en el fondo mostraban desesperación.Poco después se produjeron irrupciones no autorizadas de periodistas a la residencia. Estas incursiones violentaron las medidas de seguridad policial dispuestas en el perímetro del local, acción que, por la forma imprudente e irresponsable como se produjo, pudo generar algún conflicto. Cerpa Cartolini supuso que estos inesperados desórdenes promovidos por un sector de la prensa eran actos de provocación del Gobierno. Enterados de esta lectura que Cerpa y “El árabe” hacían de esos hechos, de inmediato informamos al Gobierno y alertamos a la fuerza de seguridad para que adopten las medidas respectivas, a fin de que en lo sucesivo no se repitan estos sucesos.El 9 de enero de 1997, Néstor Cerpa Cartolini cursa una carta al presidente Fujimori señalando que: “El maltratar física y sicológicamente a los rehenes no está de acuerdo a nuestros métodos de actuar, quisiéramos que el presidente sepa diferenciar nuestra ética de no maltratar a los rehenes y que usemos eso como pretexto para el uso de la fuerza, nosotros no tenemos intención de publicar nuestras opiniones al exterior, ahora ya no es el momento de estar en guerra de bravatas”.El 10 de enero de 1997, el presidente Fujimori reiteró, con firmeza, que no habían ni habrán negociaciones con los terroristas, “lo que hay, es la búsqueda de una solución pacífica, pero sin hacer concesiones, como la liberación de presos (...) el Gobierno no cede ante los chantajes (...) no vamos a permitir que los terroristas, los cuales piden ahora un acuerdo de paz, sean liberados, luego de que han asesinado y cometido atentados contra el pueblo peruano”. Con estas palabras, que eran el fiel reflejo de una posición firme, todos aquellos que, consciente o inconscientemente, presionaban para que se den pasos a favor del MRTA, quedaban notificados de que el Gobierno no iba a caer en ese juego, ni cedería un ápice al requerimiento terrorista.Lo que deseaba el presidente Fujimori era ir preparando el terreno para poder lograr una salida pacífica, pero sin los obstáculos que Néstor Cerpa Cartolini ponía, sin las exigencias que mantenía. Y esto fue ocurriendo: ya no hablaban de la liberación de detenidos en los diversos penales del país, y entonces empezaba a verse la posibilidad de ingresar a la conversación definitiva. Interpretando la frase “dejémonos de bravatas”, el ingeniero Fujimori sintió que era el momento adecuado para iniciar el diálogo.A fin de llevar a cabo el proceso de conversaciones de manera armoniosa, el jefe de Estado pensó que era necesaria la presencia de una persona que sea considerada neutral por ambas partes, para lo cual solicitó la colaboración de monseñor Cipriani. Juan Luis Cipriani era una persona cuya trayectoria de permanente crítica a la violencia era ampliamente conocida. Dos días después, el ministro Domingo Palermo planteó oficialmente la formación deuna Comisión de Garantes, ante la cual los captores depondrían las armas y liberarían a los rehenes. Esta comisión fue aceptada por el MRTA y finalmente estuvo integrada por monseñor Cipriani Thorne, el embajador de Canadá, Anthony Vincent, y Michel Minning, representante de la Cruz Roja en el Perú. Al grupo se sumó posteriormente el embajador Teresuke Terada en calidad de observador designado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.El 17 de enero de 1997, es liberado un rehén a las 14:35 horas, por razones médicas, a solicitud de la Cruz Roja Internacional y por gestión del interlocutor oficial del Gobierno, Domingo Palermo. Se trataba en este caso del comandante PNP Luis Valencia Hirano, jefe de una división de inteligencia de la DINCOTE. Al salir de la residencia, Valencia Hirano, una persona con vasta experiencia en la lucha contra las redes terroristas, es conducido a las instalaciones del SIN para entrevistarlo. Se sostuvo con él una larga conversación, de la que como se esperaba se obtuvo importantes elementos que aclararon algunos vacíos sobre la situación al interior de la residencia capturada por el MRTA.Unavez que fue liberado el comandante Valencia, inmediatamente la reacción de Cerpa Cartolini fue disponer una rotación en la ubicación de los rehenes con el objetivo de desinformarnos. Cerpa conocía que el rehén liberado era un miembro de la DINCOTE y no tenía la menor duda que sería integrado al equipo que enfrentaba; por eso, a fin de que su información sobre la exacta ubicación de los cautivos quede desactualizada es que tomaron dicha decisión por medidas de seguridad. Lo que no calcularon, ni estuvo jamás en su imaginación y análisis, es que disponíamos de medios de recolección técnicos, los cuales nos permitieron a los hombres de inteligencia conocer en tiempo real todos los movimientos y conversaciones entre los propios terroristas, de modo que no caímos en un engaño estratégico.El 22 de enero de 1997, el presidente Fujimori se reunió por primera vez en Palacio de Gobierno con la Comisión de Garantes que ya estaba integrada por el representante del gobierno de Japón, embajador Terusuke Terada, como observador. Estuvo presente enesa reunión, además, el ministro de Educación Domingo Palermo, el interlocutor oficial del gobierno peruano con los miembros del MRTA que ocupaban la residencia asaltada.Tres semanas después de haberse iniciado los trabajos de excavación para la construcción del túnel “TUNA”, y al revisar los informes que eran enviados al SIN –donde se centralizaba toda la documentación con respecto a la situación de crisis en la residencia–, el ingeniero Fujimori encuentra una carta escrita en japonés, que estaba acompañada de una traducción, y que provenía de uno de los rehenes. En la misiva se denunciaba la existencia de extraños ruidos provenientes del piso. Entonces el Presidente me comenta: “Se están escuchando los ruidos de la construcción de los túneles”.Ante ello dispuso de inmediato que se efectuaran vuelos de helicópteros a baja altura sobre la residencia para atenuar los ruidos. Igualmente, me indicó que se instalaran varios altoparlantes en la parte exterior de la residencia, y se pusiera música con sonido de fuerte percusión para confundir a los del MRTA y se convencieran que en el supuesto de una operación militar de rescate, ésta sería de tipo tradicional, es decir una incursión frontal apoyada por vehículos blindados ligeros.Esta tarea fue encomendada al general PNP Fernando Gamero Febres, jefe de la VII-RPNP, a cargo de la seguridad perimétrica exterior de la residencia. Gamero instaló su puesto de comando general en la calle Barcelona N° 415, desde donde brindó un valioso aporte al mantener la seguridad del área, utilizando para este fin un empadronamiento de personas y vehículos. A periodistas, camarógrafos y elementos técnicos de cadenas radiales se les otorgó pases identificándolos, para evitar el ingreso al área restringida de personas extrañas. Igualmente, se organizó una fuerza especial de intervención conformada por personal de la PNP, altamente calificado, para estar en condiciones de ejecutar operaciones policiales de alto riesgo en caso de cualquier contingencia; esta unidad coordinó permanentemente sus actividades con las Fuerzas Armadas y el Servicio de Inteligencia Nacional durante los 126 días que duró la crisis en la residencia.todas las estructuras que había podido realizar el personal de la embajada, es decir la fortificación de las instalaciones con puertas blindadas, techo blindado, ventana reforzadas con mallas y rejas de seguridad, circuito cerrado de televisión. Ello se requería para el cálculo de la cantidad de los explosivos que debería utilizarse. Aquí el ingeniero Fujimori brindó un gran aporte, pues visitó en el hotel Olivar de San Isidro nada menos a la esposa del embajador Aoki y obtuvo una valiosa información, ya que como ella había vivido en la residencia conocía muchos detalles respecto a la estructura del local, cómo estaban construidas las ventanas que estaban ubicadas al lado de la escalera en la entrada principal y por dónde se abrían.• La permanente ubicación física de los rehenes y de los terroristas.• El estado emocional de los rehenes y el grupo terrorista.• Las actividades diarias que cumplían tanto los rehenes como los del MRTA.• Cuál era el plan de seguridad que tenían los terroristas para defender la residencia.• Los horarios del servicio de guardia diurna y nocturna que tenían los del MRTA para custodiar a los rehenes y su probable ubicación.• La cantidad de elementos terroristas que descansaban mientras los demás permanecían dispuestos cumpliendo las tareas asignadas.• La clase de armamento, munición y explosivos que disponían los del MRTA.• El sistema de comunicaciones que utilizaban entre ellos• Si existía comunicación de Cerpa Cartolini con otros elementos del MRTA en el exterior.• El momento en que los terroristas realizaban actividades recreativas entre ellos y de qué tipo.• Las relaciones entre los terroristas varones con las dos mujeres que conformaban el comando operativo del MRTA.• El detalle diario y pormenorizado de las actividades de la gente del MRTA y los rehenes para armar su carta de situación diaria.En fin, además de estos puntos descritos, fueron muchísimas más las inquietudes y preguntas que el Servicio de Inteligencia Nacional debía estar en condiciones de responder, sin margen alguno de equívoco o de imprecisión. Nosotros comprendíamos que el presidente Fujimori, como director y conductor de la guerra, y el coronel Williams como conductor de la operación militar de rescate, tenían que disponer de respuestas concretas a toda una serie de interrogantes antes de arriesgar una acción en la que estaban en juego tantas vidas de por medio, las cuales sólo podían ser contestadas por la inteligencia.En lo que se refiere a la llamada diplomacia presidencial, el ingeniero Fujimori realizó múltiples viajes por diversos países, en busca de una solución pacífica para la crisis de los rehenes. Sólo Cuba y República Dominicana mostraron al gobierno peruano su gran disposición a brindar su colaboración en ese propósito, y estuvieron incluso dispuestos a recibir a todos los 14 miembros del MRTA si es que cumplían con liberar a los 72 rehenes que tenían cautivos en el local asaltado.Así tenemos que el primer viaje al extranjero fue el 2 de febrero de 1997 con destino a Canadá. En este país se llevó a cabo la “Cumbre de Toronto”, un encuentro entre el presidente Fujimori y el primer ministro de Japón, Ryutaro Hashimoto. De este encuentro salió una declaración conjunta en la que se acordó como puntos fundamentales los siguientes:—Primero, se promoverá en el más breve plazo posible el inicio de las conversaciones preliminares entre el interlocutor del gobierno peruano (entiéndase Domingo Palermo Cabrejos) y un representante del grupo MRTA.—Segundo, que esas conversaciones se realizarían dentro del marco del respeto irrestricto al ordenamiento jurídico del Estado peruano, así como todo aquello que en estos casos manda el derecho internacional.—Tercero, por tanto Perú y Japón rechazan la demanda de liberación de terroristas del MRTA que se encuentran en prisión.—Cuarto, Perú y Japón coinciden en que la preservación de la salud física y mental de los rehenes es condición indispensable para el desarrollo de las conversaciones que conduzcan a una salida pacífica de la crisis.—Quinto, se acuerda que las reuniones de las partes, en lo que a la Comisión de Garantes se refiere, contarán con la presencia del embajador de Japón Teresuke Terada, como observador del Gobierno de Japón.—Sexto, para concluir, el primer ministro Ryutaro Hashimoto como representante oficial del Gobierno de Japón coincidió con el Gobierno del Perú, en preservar la integridad física de los rehenes para lograr una solución pacífica, a menos que se atente contra la vida de las personas que estaban cautivas por el MRTA.Ese mismo día 2 de febrero, fecha en que se suscribía el “Acuerdo de Toronto”, se iniciaba la excavación del túnel denominado “MANGO”, sumándose a la construcción de los demás túneles que habían realizado los mineros de Ayacucho y Cerro de Pasco.El 3 de febrero de 1997, el jefe de Estado viajó a Washington para tener una reunión en la Casa Blanca con el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton. En dicho encuentro el mandatario norteamericano le manifestó su total apoyo a la estrategia del gobierno peruano de lograr una salida por la vía pacífica a la crisis de los rehenes. Por su parte, el presidente Fujimori informó que su gobierno tenía como política de Estado respetar las normas del derecho internacional, y era en el contexto de ese marco normativo que se procedería a realizar conversaciones con los terroristas del MRTA, pero bajo el principio que el Estado peruano no cedería ni al chantaje ni a la intimidación, ni mucho menos abdicaría de ejercer su autoridad.Concluida dicha entrevista el ingeniero Fujimori asistió al local de la OEA, donde fue recibido por su secretario general, César Gaviria. Este le expresó, igualmente, su total respaldo y apoyo por la forma como se venía manejando la crisis de la embajada japonesaen Lima. Inmediatamente terminada la entrevista, el presidente Fujimori participó ante el pleno del Consejo Permanente de la OEA señalando que la situación de pobreza en el mundo no puede ser tomada como un pretexto ni utilizarse a fin de justificar una toma de rehenes.Al retornar de Washington, el jefe de Estado decidió hacer una escala en Santo Domingo para reunirse con el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández. La reunión se llevó a cabo en las instalaciones del aeropuerto internacional Las Américas. Luego del intercambio de opiniones sobre la problemática de la embajada, el presidente Fernández se comprometió a estudiar el pedido de su homólogo peruano para ver la posibilidad de conceder asilo político a algunos miembros del MRTA.El 9 de febrero de 1997, el presidente Fujimori viajó a Londres para reunirse con el primer ministro británico John Mayor, quien ofreció su apoyo al gobierno peruano en las gestiones que estaba llevando a cabo para solucionar la crisis de los rehenes. En dicha oportunidad el jefe de Estado anunció que se iniciaría una ronda de conversaciones entre el interlocutor del gobierno Domingo Palermo y el representante del MRTA Rolly Rojas, conocido como “El árabe”, por información de Néstor Cerpa Cartolini y con la presencia de la Comisión de Garantes.El 11 de febrero de 1997, en presencia de la Comisión de Garantes se dio inicio, en la calle Thomas Edison N° 215 , San Isidro, al proceso de conversaciones. Néstor Cerpa Cartolini, siguiendo el libreto diseñado por el M-19 y su operación de captura de la Embajada de República Dominicana en la ciudad de Bogotá, envía a su lugarteniente Rolly Rojas, como su representante, pues no consideraba conveniente que él, en calidad de cabecilla del comando operativo, concurriese a conversar con alguien designado como interlocutor, y que no era la primera autoridad del “gobierno enemigo”. En esto también imitó el ejemplo del terrorista colombiano Rosemberg Pabón que designó como su representante para el diálogo a la terrorista conocida como “La Chiqui”. Finalmente, Cerpa consideraba a Rolly Rojas como una persona más dura para negociar por su posición intransigente. Ese mismo día se inició la excavación del túnel denominado “SANDÍA”.En dicho inmueble se llevaron a cabo diez reuniones; durante ese periodo de la crisis y en las tres primeras, estuvo Rolly Rojas, quien se mostró intransigente, pues exigió en presencia de la Comisión de Garantes que el presidente Fujimori pusiera en libertad a 371 miembros del MRTA que cumplían condena, a cambio de liberar a los 72 rehenes. A partir de la cuarta reunión asistió por primera vez Cerpa Cartolini, insistiendo que el único camino para la solución pacífica de la crisis pasaba por la liberación de sus compañeros detenidos en diversos penales del país, petición que Domingo Palermo no aceptó y rechazó de plano.Para el presidente Fujimori la solución pacífica tenía que tener como una cuestión previa que se desestime toda petición y exigencia del MRTA de cualquier liberación de detenidos, en función de lo cual se trazó una estrategia que podría hacer reflexionar a Néstor Cerpa Cartolini por la intervención personal de Fidel Castro Ruz.El 2 de marzo de 1997, el presidente Fujimori se reúne por segunda vez con el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández ,y en este encuentro ambos mandatarios analizaron una salida a la crisis y dejaron abierta la posibilidad formal de un eventual asilo de los 14 integrantes del MRTA en ese país, mostrando su disposición el presidente Fernández de extender el asilo solicitado por el gobierno peruano, dejando pendiente la definición de detalles, como el número de terroristas que quisieran aceptar ir a su país, así como la responsabilidad sobre su seguridad y custodia.El 3 de marzo de 1997, el ingenieroFuj imori llega sorpresivamente a La Habana para tener un encuentro con el presidente Fidel Castro, quien aceptó conceder asilo a los 14 miembros del MRTA e incluso remitió una carta personal a Néstor Cerpa Cartolini exhortándole a que deponga su aptitud y libere a los rehenes. En dicha oportunidad Castro planteó dos propuestas: primero, que el MRTA acepte dicho pedido de asilo a cambio de liberar a los 72 rehenes; y segundo, en caso que el gobierno peruano y el MRTA lleguen a un acuerdo tiene que haber una solicitud formal del Perú a Cuba, con el visto bueno del gobierno de Japón y de los gobiernos que conformaban la Comisión de Garantes, pues Cuba no quería poner en peligro el proceso de mejoramiento de su imagen internacional.Si bien la carta de Fidel Castro causó una emoción en Cerpa Cartolini, su respuesta cerró toda posibilidad de asilo, pues en ella señala que “...nuestro retiro de la residencia del embajador del Japón tiene como condición invariable la liberación por parte del gobierno peruano de nuestros compañeros en las cárceles. Con el conocimiento de su excelencia, debemos mantener nuestros principios y lealtades a nuestros ideales y no debemos rendirnos de ninguna manera, pedimos su comprensión.”Un día después, por radio se escuchó la voz de Cerpa denunciando que: “Nosotros hemos venido escuchando algunos ruidos debajo de lo que podía ser el centro de la residencia en sí. Todo indica que existe sin duda o por lo menos hay la intención desde nuestro punto de vista que habría un ataque militar. El día de mañana no vamos a asistir a las conversaciones, que se rompen a partir de ahora”.A estas alturas, el complejo sistema de túneles para ejecutar la maniobra envolvente subterránea por la fuerza de intervención que comandaba el coronel Williams prácticamente estaba concluido, pues faltaban sólo algunos detalles simples, como la iluminación y ventilación, que era un asunto de fácil implementación.Los del MRTA adoptaron algunos movimientos en la residencia, pues llevaron al segundo piso a los ciudadanos japoneses que se encontraban en el primer piso, lo cual nos abrió la gran posibilidad de no comprometer la integridad física de ningún rehén con la explosión que se efectuaría en la parte inferior del primer piso. Con esta medida dispuesta por Cerpa y captada por los medios técnicos de recolección, la operación militar de rescate se convirtió en una posibilidad más concreta.Mientras tanto, el general PNP Fernando Gamero Febres continuaba con la misión de difundir música especialmente seleccionada desde los exteriores de la residencia aún después de estos últimos hechos, pues el sonido de la música y la tensión que tenían los terroristas no los dejaba pensar con lucidez.En esas circunstancias se produjo un fuerte altercado entre el terrorista conocido como “Tito” y el embajador de Bolivia, Jorge Gumucio, quien se encontraba como rehén. El altercado se produjodebido a que el citado terrorista hizo una crítica contra Bolivia como país que no respetaba los derechos humanos, ante lo cual el diplomático reaccionó respondiendo que no insulte a su país, “ya que no se atenta contra los derechos humanos”. La respuesta no se hizo esperar, pues “Tito” rastrilló su arma y le apuntó a Gumucio, quien pensó que en ese momento moriría.Ese hecho fue captado en tiempo real por uno de los transmisores que en forma encubierta operaban en el interior de la residencia, de modo que al ser informado de tal situación alerté al presidente Fujimori, quien de inmediato dispuso que Domingo Palermo se constituyera al local de la residencia para verificar la situación existente.Felizmente la intervención de Cerpa evitó consecuencias mayores, pues le ordenó a “Tito” bajar el arma, disculpándose ante Gumucio. A partir de este hecho el ingeniero Fujimori supo que la situación en la residencia se deterioraba muy rápidamente y pensó que se podían romper en cualquier momento las condiciones acordadas en Toronto con relación a la seguridad de los rehenes.Como nosotros supusimos, todas las reuniones con Rolly Rojas y Néstor Cerpa terminaron en un rotundo fracaso, pues la gente del MRTA sólo buscaba entorpecer el camino a un entendimiento y les interesaba ganar tiempo sin saber para qué. Por ello, en el Servicio de Inteligencia Nacional, luego de este fracaso inicial, comprendimos que la operación de rescate pasaba a tener la prioridad y, en orden a su concreción, se decidió incrementar al máximo el esfuerzo de búsqueda de informaciones a fin de proporcionar una inteligencia precisa, oportuna y eficaz al Presidente de la República y al coronel José Williams Zapata.Mientras el trabajo continuaba aceleradamente en el Servicio de Inteligencia Nacional, desde las casas aledañas a la residencia y utilizando instrumentos con tecnología de última generación, se observaban de día y de noche hasta los mínimos movimientos del grupo terrorista. Los equipos avanzaban su trabajo y ya se disponía de un cuadro completo de las zonas que había minado con explosivos dentro de la residencia, de la rutina de sus actividades diarias y prácticamente ya estaban definidos los posibles puntos deacceso al local en base al conocimiento de la distribución de los ambientes y el tipo de construcción.Asimismo, el equipo de análisis estaba de acuerdo en que Cerpa Cartolini se hallaba entrampado a consecuencia de su personal incapacidad para manejar un problema como el de las conversaciones previas a un posible arreglo futuro, en la medida que carecía de capacidad y preparación política para ello. Y también arribamos a la conclusión de que el grupo del MRTA era consciente que la posibilidad de una intervención militar significaba para ellos una derrota total, ya que el MRTA se quedaba sin dirigencia, pues, teóricamente hasta ese momento, el único dirigente nacional libre, Hugo Avellaneda Valdez (a) “Eloy”, se encontraba en Europa; y finalmente, con un contraste militar de esta envergadura, ya no podrían disputarle ningún espacio político-militar a Sendero Luminoso.Dicho en otras palabras, no encontrar una salida negociada, significaba para ellos mucho que perder y, de otro lado, también estaban impedidos de llevar a la práctica sus amenazas iniciales de ejecutar a los rehenes, pues, de hacerlo, entrarían en contradicción con sus proclamas a favor de un Acuerdo de Paz y su posición de “respeto” a los derechos humanos. Todo lo indicado, nos mostraba con absoluta claridad que el MRTA había perdido la iniciativa y que, en una especie de huida hacia adelante, sólo le quedaba la opción de girar en círculo con relación a las conversaciones y sin saber hasta cuándo podía alcanzarle el tiempo.Entre tanto, en la cochera del SIN donde estaba instalada la maqueta casi todas las noches se efectuaban reuniones hasta horas de la madrugada, bajo la dirección del presidente Fujimori. Allí recibía las informaciones de inteligencia y sobre cómo se desarrollaría la operación militar de intervención, y a su vez daba las instrucciones precisas orientando y reajustando el trabajo, tanto en el campo de inteligencia al autor, como en el dominio militar a los coroneles Williams Zapata, Alatrista Torres y Reyes Tavera, quienes estaban presentes en todas las reuniones.Como el proceso de conversaciones había quedado empantanado, nosotros en el SIN aprovechábamos al máximoposible el tiempo disponible. Los dispositivos de transmisión técnicos ingresados encubiertamente a la residencia funcionaban con la mayor precisión y exactitud y el equipo designado estaba en la mejor capacidad de obtener inteligencia de la más alta calidad. Así por ejemplo, se requería que el vicealmirante AP Luis Giampietri –quien era nuestro canal de comunicación secreto con los rehenes–tuviera bajo su control y libre disposición dos transmisores que le permitieran comunicarse al exterior de la residencia con nosotros –que escuchábamos sus mensajes–, para lo cual dispuse que el departamento de apoyo técnico del SIN preparara una guitarra y una Biblia en que debía colocarse diminutos transmisores, sin que fueran detectados al ser revisados estos objetos. Luego de las pruebas de campo se le pidió a la señora esposa del vicealmirante Giampietri que colocara una dedicatoria a su esposo tanto en la guitarra como en la Biblia, con el fin de tener la seguridad de que aparentaran ser objetos personales y no haya ningún impedimento para que llegaran a su destinatario.Luego entregué la Biblia y la guitarra al presidente Fujimori después de explicarle qué contenían ambas especies y que con ellas se iba a facilitar el trabajo de inteligencia y asegurar la comunicación directa al rehén conocido por el criptónimo “Mar”. El jefe de Estado se encargó personalmente de enviarlas a través de una persona cuya identidad no estoy autorizado a revelar, pero sí decir que cumplió cabalmente con el encargo, pues tanto la Biblia como la guitarra llegaron al poder del destinatario, el cual se paseaba por la residencia aparentando leer la Biblia, cuando en realidad nos transmitía sus mensajes y en las circunstancias que no podía desplazarse aparentaba tocar la guitarra para igual propósito, pero siempre releyendo las dedicatorias de su amada esposa que fueron un soporte moral para este viejo (por la antigüedad) hombre de mar, que escogió como su propio criptónimo “Mar” por asociación de ideas con su pasión: la caza submarina.La información transmitida por el rehén “Mar”, y la captada de los otros medios técnicos de recolección de información, nos permitió conocer que Cerpa Cartolini no tenía mayor comunicación con los emerretistas jóvenes y que mayormente hablaba con “El árabe” y “Tito” para darles instrucciones sobre los pasos a dar enel futuro; en realidad, pudimos percibir que había una verticalidad que contrastaba con la camaradería que debería existir entre los integrantes de una red terrorista. También se pudo conocer los temores de Cerpa de que fuese capturado si es que inicialmente aceptaba participar en las conversaciones con el ministro Domingo Palermo. El hecho que tuvo suma importancia para el desarrollo de la solución pacífica, fue conocer anticipadamente que Cerpa tenía como objetivo máximo la liberación de la totalidad de los terroristas del MRTA presos y como objetivo mínimo la libertad de los integrantes de la Dirección Nacional de su organización que se encontraban condenados, incluyendo, por supuesto, entre los potenciales liberados, a su conviviente Nancy Gilvonio Conde.Dicha información nos permitió no sólo proporcionarle la inteligencia requerida al presidente Fujimori, sino que nos sirvió para poder afinar nuestros análisis y establecer como una conclusión de inteligencia predictiva que a Cerpa Cartolini no le interesaba aceptar ningún acuerdo que no pasase previamente por la liberación de sus camaradas presos, y como quiera que el presidente Fujimori había sido sumamente claro en su mensaje a la Nación que diera a las 72 horas de asaltada la residencia —que su gobierno no aceptaría ninguna condición que pasase por la liberación de los terroristas en prisión y que era un requisito indispensable que previamente el comando operativo que asaltó la residencia deponga las armas—, sólo quedaba el camino de la intervención militar a través de una operación de rescate, pues pese a todos los esfuerzos que desarrolló el jefe de Estado para lograr el asilo de los miembros del MRTA, las conversaciones quedaron congeladas en un callejón sin salida.Planteadas así las cosas, el señor Presidente de la República dispuso entonces que se acelerasen los preparativos para la ejecución de la operación de rescate, a la que le dio el nombre de “Chavín de Huantar”, y, a partir de ese momento no descuidó ninguna oportunidad, tanto de día como de noche, para ejercer una supervisión directa sobre los pasos previos a la fase de ejecución.Las coordinaciones entre la Inteligencia y el Comando encargado de la operación de rescate se habían afinado hasta en sus más mínimos detalles; nada se había dejado al azar, pues cada uno tenía definido su ámbito de competencia y responsabilidad. Sehabía producido, una perfecta simbiosis entra la Estrategia Militar y la Inteligencia Operativa para este tipo de situación inédita, que requería la coordinación más estrecha entre estos dos factores como condición sine qua non para que el jefe de Estado pueda adoptar la decisión política. Sólo faltaba por tanto que, tomando en consideración el momento más oportuno, el señor Presidente de la República diera la orden para el inicio de la operación.Entre tanto, las conversaciones continuaban entrampadas, pues las absurdas pretensiones de Cerpa Cartolini se estrellaban ante la firmeza de las instrucciones que directamente proporcionaba el señor ingeniero Fujimori. Todo parecía indicar —incluso ya se percibía como una sensación en la ciudadanía— que la vía pacífica había llegado a su fase de agotamiento y ahora sólo quedaba abierto el camino de la intervención armada. La tozudez de Cerpa hacía pensar que él también tenía la impresión de que no había más salida negociada y que voluntariamente había elegido el camino de una intervención militar arrastrando sanguinariamente consigo a los jóvenes equivocados que se plegaron a esta irresponsable aventura terrorista.Por su parte, el Presidente Fujimori era informado a toda hora de la situación y las condiciones existentes al interior de la residencia; él ya sabía que la operación “Chavín de Huantar” estaba lista y que sólo se esperaba que, en función de la evaluación del momento más oportuno, diera la orden correspondiente para su inicio.Para ello debe precisarse que el jefe de Estado había puesto como condición para dar inicio a esta operación, que la inteligencia lo mantuviera permanentemente informado para que pueda determinar el momento más oportuno; esto es, señalar el día “D” y la hora “H”. Tal momento debía ser cuando en el primer piso de la residencia se encontraran jugando fulbito Néstor Cerpa, “El árabe”, “Tito”, “Coné” y no menos de nueve de los catorce terroristas que conformaban el comando operativo que asaltó la residencia, para que recién en conocimiento de esta situación pudiera adoptar la decisión. Ese era el requisito fijado por el estadista, para dar inicio a la ejecución de un operación de rescate concebida y planificada para desarrollar en sorpresa una maniobra envolvente subterránea.El 13 de abril de 1997, Cerpa Cartolini hace conocer que los médicos, incluyendo los de la Cruz Roja, a partir de ese día sólo podrían atender a los pacientes que se encontraban delicados de salud, una vez por semana, restringiendo así no sólo el ejercicio de una acción elemental humanitaria, sino poniendo en grave peligro la integridad física y emocional de los rehenes. Estos al enterarse de esa injusta medida entraron en una situación de pánico generalizado. A partir de ese momento todo podía suceder por la desesperación de los rehenes.Habíamos detectado que Cerpa Cartolini estaba enterado del intento de fuga de los rehenes, y no hubiera tenido el menor reparo en provocar una masacre, ya que en sus diálogos con “El árabe” habían acordado que el primer rehén que intentara fugar debía ser eliminado .fisicamente de manera ejemplarizadora.Las informaciones que íbamos obteniendo nos permitieron detectar que el estado emocional de los rehenes amenazaba con ingresar a un proceso de crisis. Algunos de los factores desencadenantes: tantos días secuestrados, separados de sus seres queridos, viviendo en condiciones infrahumanas, sometidos a permanente presión y amenazas de los terroristas. Tal era la situación que algunos se planteaban la posibilidad de una salida desesperada, a través de una fuga masiva, sin reparar en el elevado número de muertos que esto podría ocasionar, pues, por otro lado igualmente habíamos detectado que Cerpa Cartolini estaba enterado de estasintenciones, y no hubiera tenido el menor reparo en provocar una masacre, ya que en sus diálogos con “El árabe” habían acordado que el primer rehén que intentara fugar debía ser eliminado físicamente de manera ejemplarizadora.Esta situación se agudizó debido a que Cerpa y sus secuaces empezaron a amedrentar a los rehenes militares y policiales llegando al extremo inaudito de despertarlos en las noches violentamente colocándoles un fusil AKM en la boca, generando así un estado de temor generalizado entre todos los rehenes.Frente a estos hechos que permanentemente se informaban al presidente Fujimori, los hombres de inteligencia nos hacíamos la pregunta: ¿hasta cuándo los rehenes iban a poder resistir una situación de esta naturaleza? Y los analistas llegamos a la conclusión, con respecto al estado de los rehenes, que la situación se hacía insostenible y que debía buscarse un desenlace lo más pronto posible.Frente a este escenario el presidente Fujimori dispuso que el coronel Williams y los 140 comandos de la Fuerza Armada ingresaran a las casas aledañas a la residencia y estuvieran listos para cuando se presentaran las condiciones señaladas que fijen el día y hora para iniciar la operación.La patrulla militar en coordinación con el personal del Servicio de Inteligencia Nacional —que tenía la custodia y seguridad de las casas aledañas— inició la infiltración el 19 de abril de 1997 a las 21:00 horas, empleando para su transporte dos camionetas cerradas tipo Combi con lunas polarizadas y distintivos de la PNP, que pertenecían al SIN, las cuales tenían capacidad para 15 efectivos equipados y, opcionalmente, se utilizó un patrullero con capacidad para 4 hombres equipados, que también pertenecía al SIN, culminando la infiltración el 21 de abril de 1997 a las 03:00 horas, respetando el horario de rutina establecido por el SIN con dos meses de anticipación: 21:00 / 24:00 / 03:00 horas, ante la presencia de más de mil periodistas nacionales y extranjeros que permanentemente monitoreaban el local de la residencia para informar a sus respectivos medios de cualquier hecho que sirva de noticia.El cumplimiento escrupuloso de dicha rutina y la forma de ingreso a las casas aledañas utilizándose los vehículos proporcionados por el SIN, posibilitó el ingreso ordenado de los 140 comandos sin haber sido detectados por ningún medio de comunicación ni por los terroristas, manteniéndose el absoluto secreto de la infiltración encubierta que fue dirigida por el comandante EP Jesús Zamudio Aliaga del SIN y supervisada por el coronel EP José Williams Zapata, en su calidad de comandante de la patrulla de la Fuerza Armada, con lo cual se logró mantener incólume el factor sorpresa y la iniciativa que deben darse en toda operación militar.Culminada exitosamente la fase de infiltración con la ubicación de todos los integrantes de la patrulla en sus respectivos puntos de reconocimiento del objetivo (PRO), a partir de ese momento todos estábamos pendientes de que la inteligencia informara que había llegado el momento exacto que cumplía la condición impuesta corno requisito por el jefe de Estado.El 22 de abril de 1997, recibí en el “Centro de Análisis de Respuesta Rápida” la transcripción de la información de escucha en que el vicealmirante Luis Giampietri identificado como el informante “Mar” nos comunica lo siguiente:220600 ABR 97 “NAVIDAD - 062"BIBLIOTECA - 2671.– INFORMANTE : (INFO)2.– SALVADOR : (SAL)3.– TERRORISTAS : (DDTT)– SE PERCIBE SILENCIO PERMANENTE.– SE PERCIBE MURMURACIONES; AL PARECER SON DOS REHENES QUE CONVERSAN.– SE RECIBE RUIDOS; AL PARECER MUEVE UN OBJETO(INFO): ESTE ES MAR: 06:25NOHAHABIDO HIMNO HASTA AHORA, ¡HOY! A LAS 06:00 SE HAN LEVANTADO A HACER SUS EJERCICIOS Y ESTÁN EN SU HABITACIÓN, CERPA Y DOS MAS MIRANDO A LA VENTANA, LOS OTROS ESCUCHANDO NOTICIAS EN LA HABITACION “GOLF”, ESO ES TODO POR AHORA, TERMINADO.– SE PERCIBE QUE UN INDIVIDUO SE SIRVE AGUA, AL PARECER ES UN REHÉN.– SE PERCIBE UNA PARTE DEL HIMNO DE LOS DDTT–MRTA Y LUEGO SE CAPTA OTRA MÚSICA CON MAS NITIDEZ.– SE PERCIBE MÚSICA CRIOLLA, AL PARECERHAN PUESTO LA RADIO A TODO VOLUMEN.– SE SIGUE PERCIBIENDO MÚSICA CRIOLLA.– SE PERCIBE LAS NOTICIAS POR LA RADIO A LO LEJOS; AL PARECER HAN BAJADO EL VOLUMEN DE LA RADIO; LUEGO RUIDOS POR PARTE DE UN INDIVIDUO.– (SILENCIO PERMANENTE)– SE PERCIBE RUIDOS CON INTERFERENCIAS.– SE ESCUCHA DE REPENTE:SE ESTREMECE EN AMÉRICA LATINA, PATRIA LIBRE SEA EL PORVENIR, SON LOS HIJOS DE LOS ANDES QUE COMBATEN EN MAÑANA SOCIALISTA LLEGARÁ, SON LOS HIJOS DE LOS ANDES QUE COMBATEN EN MAÑANA SOCIALISTA LLEGARÁ, LUZ ETERNA A LOS GUERRILLEROS, QUE ENTREGARON SU VIDA POR LA PAZ, CON SU EJEMPLO TERMINA EN EL PUEBLO LA SEMILLA DE LA LIBERTAD, CON SU EJEMPLO TERMINA EN EL PUEBLO LA SEMILLA DE LA LIBERTAD. VIVA EL SÁBADO DE DICIEMBRE DE TÚPACAMARU, EN COMBATE TE HICISTE INMORTAL LOS MOLINOS EJEMPLO DE CORAJEENLALUCHAPORLAREVOLUCIÓN, LOSMOLINOS EJEMPLO DE CORAJE EN LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN. HOMBRES Y MUJERES DECIDIDOS SON AMANTES DE LA HUMANIDAD. AHORA MARCHA CON ANSIA... CON LAS ARMAS DE JUSTICIA, IGUALDAD, AHORA MARCHA CON ANSIA... CON LAS ARMAS DE JUSTICIA, IGUALDAD, EL PARTIDO REVOLUCIONARIO SE CONSTRUYE LA LUCHA POPULAR, JUNTO VAN EL PUEBLO Y SU VANGUARDIA FORJANDO LA FUERZA MILITAR, JUNTO VAN EL PUEBLO Y SU VANGUARDIA FORJANDO LA FUERZA MILITAR, VIVA EL SÁBADO DE DICIEMBRE DE TÚPAC AMARU. EN COMBATE TE HICISTE INMORTAL. LOS MOLINOS EJEMPLO DE CORAJE EN LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN, LOS MOLINOS EJEMPLO DE CORAJE EN LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN.(SAL): GLORIA Y HONOR A LOS HÉROES DE LOS MOLINOS(DDTT): ¡GLORIA, HONOR!(SAL): GLORIA Y HONOR A LOS HÉROES DE LOS MOLINOS DEL MRTA(DDTT): ¡GLORIA, HONOR!(SAL): ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE ESTA MISIÓN? (DDTT): ¡PRESOS LIBERTAD!(SAL) : A 126 DÍAS DE LA TOMA DE LA RESIDENCIA DEL JAPÓN(DDTT): AQUÍ NADIE SE RINDE, CARAJO(SAL): A 126 DÍAS DE LA TOMA DE LA RESIDENCIA DEL JAPÓN(DDTT): AQUÍ NADIE SE RINDE, ¡CARAJO!(SAL): POR LA PAZ Y LAS ARMAS; PAZ Y LA MUERTE(DDTT) : ¡VIVA EL PERÚ! (SAL) : PAZ Y LA MUERTE (DDTT) : ¡VIVA EL PERÚ!(SAL) : DESCANSEN ARMAS, DESCANSO- SE PERCIBE MURMURACIONES, LUEGO RUIDOS.(INFO) ESTE ES MAR: VOY A TRATAR DE AVERIGUAR, AQUÍ NO SENTIMOS NADA DE RUIDOS EN ABSOLUTO, HAN CANTADO SU HIMNO A LAS 08:00 DE LA MAÑANA, HAN ESTADO TODOS ELLOS ACÁ EN PUNTO, ¡EEH! NO SÉ QUÉ RUIDOS PUEDAN SER, VOY A TRATAR DE AVERIGUAR DE QUÉ SE TRATA, TERMINADO.- SE PERCIBE QUE UN INDIVIDUO CAMINA POR LA HABITACIÓN; LUEGO SE ESCUCHAN LAS NOTICIAS POR LA RADIO.- SE PERCIBE RUIDO DESDE EL EXTERIOR POR UN AVIÓN.(INFO) : ESTE ES MAR: MENSAJE 001, APARENTEMENTE ESE RUIDO ESTÁ SIENDO PRODUCIDO POR LO QUE ESTÁN CARGANDO AGUA EN LOS BIDONES QUE ESTÁN EN EL HALL DE ENTRADA, ¡EEH! DEL EDIFICIO, LOS REHENES ESTÁN SUBIENDO LOS BIDONES EN ESTE MOMENTO Y LOS PONEN EN EL SUELO, NO IDENTIFICAMOS OTRO RUIDO, SON LAS 08:10- SE PERCIBE DESDE EL EXTERIOR EL SONIDO DE UNA SIRENA, AL PARECER ES DE UN PATRULLERO.- SE PERCIBE QUE UN INDIVIDUO CAMINA POR LA HABITACIÓN, LUEGO RUIDOS CON UN OBJETO DE METAL.(INFO) : ESTE ES MAR: 08:19 EN EL SEGUNDO PISO ESTÁ CINCO EN LA HABITACIÓN “GOLF” INCLUIDO TITO Y CUATRO LECHONES Y UNO, GATO FLACO PARADO EN LA VENTANA QUE SE PUEDE VER DESDE AFUERA. CERPA, SALVADOR Y ARABE SE ENCUENTRAN ABAJO CON EL RESTO, ES TODO POR AHORA, TERMINADO.La lectura de dicho documento nos permite apreciar con meridiana claridad el fanatismo de los terroristas al cantar su himno y el objetivo de su misión: la libertad de los presos, y en ese propósito nadie se rinde, pues para ellos primaba la consigna motivadora que Salvador entonaba y todos respondían, cuyo texto resumidamente reitero:SALVADOR : ¡A los 126 días de la toma de la residencia del Japón!DDTT : ¡Aquí nadie se rinde, carajo!SALVADOR : ¡Por la paz y las armas; paz y la muerte! DDTT : ¡Viva el Perú! SALVADOR : ¡Paz y la muerte!DDTT : ¡Viva el Perú!Ese era el comando operativo terrorista que asaltó la residencia y mantuvo en un cruel cautiverio a 72 rehenes durante 126 días. ¿Qué les parece?De acuerdo a la rutina establecida, los terroristas todas las mañanas a las 6:00 a.m. hacían sus ejercicios físicos con las arengas políticas respectivas y normalmente jugaban fulbito en las tardes a partir de las 15:00 horas, con lo cual teníamos en el SIN un patrón de conducta establecido y por tanto, habiendo realizado esa mañana del 22 de abril de 1997 sus actividades programadas y al no haber jugado fulbito el día anterior, todos los indicios de probabilidad apuntaban a que ese día sí jugarían a partir de la hora acostumbrada, que era las 15:00 horas.Inmediatamente informé al presidente Fujimori sobre esta situación, pues él debía cumplir una diligencia judicial el 22 a las 14:30 horas en uno de los Juzgados Especializados en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, sito en el local del ex Ministerio de Educación en la Av. Abancay; sin embargo se mantenía en alerta y dispuso que apenas se dieran las condiciones le informara por vía telefónica.Como responsable de la conducción de las acciones de inteligencia operacional estaba en el “Centro de Análisis deRespuesta Rápida” ubicado en la oficina personal que disponía en el SIN, siguiendo el desarrollo de los hechos y a partir de las 14:44 horas empiezo a recibir progresivamente en tiempo real la última comunicación que estaba transmitiendo el rehén “Mar” informando secuencialmente los sucesos en el interior de la residencia, de acuerdo al detalle siguiente:221440 ABR 97 “NAVIDAD - 062"BIBLIOTECA - 2721.– INFORMANTE : (INFO) -– SE PERCIBE RUIDOS CON INTERFERENCIAS.(INFO): ESTE ES MAR: MENSAJE NÚMERO 14 RECIBIDO, SON 14:43; AÚN NO HAN COMENZADO LOS CHANCHOS A JUGAR, INFORMAREMOS. AQUÍ EN LA RESIDENCIA, TERMINADO.– (PAUSA)(INFO) : ESTE ES MAR: RECIBIDO SU MENSAJE 14:45. SOLAMENTE EN EL SEGUNDO PISO HAY UN LECHÓN, EL CHANCHO Y LOS TRES CHANCHITOS ESTÁN ABAJO. TODAVÍA NO HAN COMENZADO EL FULBITO, PERO SE SUPONE QUE LO HARÁN DENTRO DE ALGÚN MINUTO, CONFIRMO ESTA INFORMACIÓN. SON 14:49.– SE RECIBE INTERFERENCIAS.– SE RECIBE MURMURACIONES.(INFO) : 14, 15:00 HORAS, HAN INICIADO EL PARTIDO. VOY A CERTIFICAR EXACTAMENTE QUIÉNES SON LOS QUE ESTÁN INVOLUCRADOS; CERPA ESTÁ JUGANDO, TITO ESTÁ JUGANDO.– PAUSA Y LUEGO SE PERCIBE DESDE ELEXTERIOR EL RUIDO DE UN HELICÓPTERO.— SE PERCIBE QUE UN INDIVIDUO CAMINA POR LA HABITACIÓN.(INFO): ESTE ES MAR: 15:05 ESTÁN LOS CHANCHOS EN EL CORRAL, EL CHANCHO MAYOR, LOS TRES CHANCHITOS Y CUATRO LECHONES. INDICAR CUENTA REGRESIVA, ESO ES LA RECEPCIÓN.— SE PERCIBE RUIDOS CON INTERFERENCIAS.(INFO) : ESTE ES MAR: DIECISIETE ... 15; 15:10, ARRIBA UNO SOLO, UNO SOLO EN EL PASADIZO POR AHORA, ABAJO 13 CAMBIO, OCHO DE ELLOS JUGANDO FÚTBOL, INDICAR SI PUEDO YA, COMENZAR A HACER LOS PREPARATIVOS PARA LA GENTE, PARA MANDARLOS A SUS CAMAROTES Y NO ESTÉN CIRCULANDO POR LOS PASADIZOS, CAMBIO.— SE PERCIBE RUIDOS CON INTERFERENCIAS, LUEGO SE ESCUCHA DESDE EL EXTERIOR EL RUIDO DE UN HELICÓPTERO.(INFO): ESTE ES MAR: SE SIENTE EL RUIDO DEL HELICÓPTERO, POR ACÁ 17 Y 12.(INFO): ESTE ES MAR: YA ESTOY LISTO PARA CUANDO ORDENEN ABRIR LA PUERTA, SON 17:14.(RNI-1): 15:14(INFO): PERDÓN, 15:14 HORAS.— SE PERCIBE EL RUIDO DESDE EL EXTERIOR DE UN HELICÓPTERO.— SE PERCIBE SILENCIO PERMANENTE.(INFO): PREPARO LA PUERTA. SUERTE, LO VAMOS A ESPERAR PARA LLEVARNOS.— SE PERCIBE RUIDOS Y A LA VEZ CAMINAN POR LA HABITACIÓN.— SE PERCIBE POR LA RADIO LA PROGRAMACIÓN HUMORÍSTICA.(INFO): ESTE ES MAR: ARRIBA UNO, ABAJO 13, MARY ESTÁ ENFERMA, MARY ESTÁ ENFERMA.Al pronunciar el rehén “Mar”, las palabras finales: “Este es Mar: arriba uno, abajo trece, ¡Mary está enferma!, ¡Mary está enferma!”, que era el código de mensaje preestablecido para determinar que se daba el día “D” y la hora “H”, y siendo exactamente las 15:14 horas de ese día, y habiéndose cumplido todas las condiciones establecidas por el Presidente de la República, inmediatamente me comuniqué telefónicamente con el edecán de servicio que lo acompañaba en la diligencia judicial, solicitándole me comunicara urgentemente con el jefe de Estado. Establecida la comunicación le mencioné como santo y seña la clave que previamente habíamos acordado y recibí como respuesta lacónica: “PROCEDA”.Estando a dicha decisión, a las 15:17 horas comenzó la cuenta regresiva a cargo del coronel Williams, y siendo las 15:23 horas se inició la operación militar de rescate con las explosiones que sorpresivamente se dieron, desarrollándose una maniobra envolvente subterránea que mantuvo en todo instante la iniciativa. La operación en sí finalizó a los 16 minutos de la intervención; sin embargo, teniendo en cuenta la evacuación de heridos, concentración y desplazamiento de rehenes y sofocación del incendio, tuvo una duración aproximada de 33 minutos.Como es de suponer, y considerando que estábamos ante un problema de Estado, el presidente Fujimori solicitó la suspensión de la diligencia judicial que lo retenía. Siendo las 16:10 horas llegó al local donde funcionaba el COT en la sede de la Comandancia General de la Marina, y desde allí se dirigió al local de la residencia para ayudar en la evacuación de los rehenes al Hospital Militar Central y felicitar a los 140 comandos que valerosamente cumplieron su deber de soldados honrando el juramento ofrecido ante el ínclito coronel Francisco Bolognesi todos los días 7 de junio de cada año en la ceremonia de Juramento a la Bandera.A las 19:15 horas de ese 22 de abril de 1997, el presidente Fujimori informó al país sobre el resultado de la operación militar “Chavín de Huantar”, indicando que de los 72 rehenes liberados lamentablemente había fallecido durante el trayecto al Hospital Militar el vocal supremo Carlos Ernesto Giusti Acuña; y durante elenfrentamiento, dos valerosos comandos: el comandante EP Juan Valer Sandoval y el teniente EP Raúl Jiménez Chávez. Igualmente, habían fallecido en combate los 14 miembros del MRTA. Veintiséis, de los 140 comandos de la fuerza de intervención del Ejército Peruano resultaron heridos. Es decir, hubo un combate cruento con pérdidas de vidas en ambas partes, y un significativo número de heridos entre los miembros del Ejército.El 23 de abril de 1997, en horas de la mañana, concurrí por primera vez a la residencia del embajador de Japón con el propósito de recuperar la Biblia y la guitarra, pues por razones de seguridad nacional debía evitar la pérdida y deterioro de ambas especies, a fin de poder tener cada uno de los sofisticados dispositivos de transmisión de última generación que los técnicos habían colocado camufladamente y que sirvieron para que el vicealmirante Luis Giampietri, el rehén “Mar”, fuera brindándonos valiosa información. Esta, al ser procesada produjo la inteligencia precisa, oportuna y eficaz que posibilitó el planeamiento adecuado y una conducción exitosa de la operación militar Chavín de Huantar, luego que el presidente Alberto Fujimori autorizara que la estrategia militar a cargo del conductor de las operaciones, diera inicio a la maniobra envolvente subterránea, factor sorpresa decisivo que produjo los resultados satisfactorios que el Perú y el mundo pudo admirar.Luego de la realización de la operación militar Chavín de Huantar, cuyo éxito tuvo repercusión mundial y fue motivo de estudio entre los analistas y las instituciones de inteligencia, en el Servicio de Inteligencia Nacional hicimos una profunda evaluación y análisis de la lucha contra las redes terroristas en base a la experiencia que habíamos acumulado en los 126 días que duró la crisis de los rehenes en la residencia del embajador de Japón. Llegamos a la conclusión de que tenía que hacerse una redefinición en la estructura organizacional, operativa y doctrinaria del SIN, basada en los principios de flexibilidad y funcionalidad para poder enfrentar de manera eficaz a los actores no estatales internos que operaban en redes formando coaliciones con otras redes homólogas y contando con el apoyo de diversas organizaciones criminales.Vimos cómo es que estas redes y coaliciones terroristas cuentan con enormes posibilidades de acceso a medios modernos que les permiten ejercer mayor violencia y temor, pues tienen capacidad para poder desarrollar planes de desinformación o ejecutar acciones de guerra sicológica para engañar y someter la voluntad de grandes grupos humanos, convirtiéndose en organizaciones altamente destructivas y letales que actúan con gran espectacularidad.Esta situación nos obligaba a modificar los contenidos clásicos del espionaje y el contraespionaje, de la inteligencia y la contrainteligencia. Todo esto nos llevó a pensar en la necesidad de hacer algunos replanteamientos a la doctrina consagrada, y en ese momento en uso. ¿Por qué?El rastreo, la escucha, el seguimiento, la acumulación de información en las bases de datos y muchos otros pasos que son propios del accionar de la inteligencia, dejaron de ser la tediosa y rutinaria tarea que nos exigía miles de horas/hombre, pues a través de procesos informatizados y del empleo de tecnología de punta, se agilizaba el trabajo. Los avances de la tecnología prácticamente habían vuelto obsoletos algunos conceptos que se consideraban inconmovibles en las comunidades de inteligencia.Y para estar en mejor capacidad de combatir y erradicar estas prácticas que agreden a la organización y viabilidad de los Estados democráticos, no cabía la menor duda que, además de adoptar las nuevas tecnologías, debía también darse la capacitación adecuada al hombre, como factor irreemplazable en el accionar de la inteligencia.La experiencia nos había demostrado una vez más que sea cual fuere el grado o nivel de adelanto tecnológico de que se disponga para la ejecución de acciones de inteligencia, por más sofisticados y eficientes que sean, jamás podrán reemplazar la iniciativa, la creatividad y la capacidad para enfrentar situaciones inéditas que debe tener el hombre de inteligencia.Teniendo en cuenta estas consideraciones, precedentemente expuestas en mayo de 1997, fue creada la “Unidad Contraterrorista” conocida por las siglas (UCT), dentro de la estructura del Servicio de Inteligencia Nacional, como un Órgano de Apoyo dependiente dela Oficina Ejecutiva de Seguridad y Protección. Esta unidad quedó al mando de un oficial comando, el comandante EP Oscar Cáceres Rodríguez, y fue integrada por un selecto personal del Ejército y la PNP con experiencia de comandos y capacitación especializada en la lucha contra redes terroristas.La UCT fue instalada en un cuartel que construimos, con toda la infraestructura que se requería, para el funcionamiento y operatividad de una unidad contraterrorista de esta magnitud y naturaleza, la misma que debía estar en condiciones de intervenir frente a cualquier contingencia en el territorio nacional.A partir de ese momento la inteligencia debía tener un rol preventivo, y otro correctivo, en la lucha contra las redes terroristasPara la fase preventiva, el analista de inteligencia que guiaba al hombre de campo en la búsqueda de informaciones, o que dirigía a los oficiales del caso que manejaban redes de informantes y agentes de penetración, debía tener a su costado al director de tácticas de la UCT, quien tenía a su disposición los equipos tácticos de campo, listos para operar en cualquier instante y en cualquier lugar del país.Aquí el concepto de la operación debía estar orientado a evitar ataques terroristas y a detectarlos a tiempo, frustrarlos con los equipos tácticos de campo que debían ser guiados en tiempo real por el director de tácticas en el preciso momento en que se podría realizar un ataque terrorista. Había que evitar, en lo posible, las sorpresas.Ese es el rol preventivo de la inteligencia para las modernas corrientes doctrinarias. A la luz de los avances a que hemos hecho referencia, estas corrientes debían regir el accionar de los aparatos de inteligencia, ahorrando tiempo, que es vital, por la rapidez de las operaciones. De este modo se rompía con el clásico esquema de diseminar burocráticamente la información a las fuerzas de intervención que no vivían la situación como el director de tácticas de la UCT, que estaba en el centro de análisis de inteligencia.En la fase correctiva, de haberse producido un ataque terrorista imprevisto o sorpresivo, el factor tiempo es vital, pues en el inicio de una operación terrorista quien la comanda tiene que estabilizar el escenario y controlar la situación, y ello toma no menos de una hora, tiempo suficiente para que el analista de inteligencia, con el director de tácticas de la UCT, envíen los equipos tácticos de campo a fin de intervenir y controlar la situación aprovechando ese vacío inicial que constituye una vulnerabilidad. Este es el rol correctivo de la inteligencia dentro de la nueva doctrina que se implementó en el SIN a partir de mayo de 1997 y que logró evitar ataques terroristas de gran connotación en el país en el período de 1997 al 2000. Más tarde, con evidente miopía y falta de sentido común, se desactivó todo el SIN y dejó de funcionar la Unidad Contraterrorista (UCT), cuyo personal insólitamente fue dispersado.La derrota política y militar del MRTA lograda por la excelente operación Chavín de Huantar, sorprendiendo a muchos ha dejado al descubierto aspectos de su política de agitación y propaganda. Los emerretistas utilizaban como vía de difusión masiva el sitio de Internet de la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), órgano de fachada de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), que ahora todos sabemos están directamente enlazadas con las FARC. De modo que los “descubrimientos” actuales sobre vinculaciones de organizaciones peruanas ligadas a redes terroristas y esta CCB son, como se dice en argot periodístico, simple refrito. Ya antes del año 2000 esos nexos quedaron evidenciados.La dirección estratégica del MRTA comandaba actualmente por Pedro Hugo Avellaneda Valdez (a) “Eloy” o “Negro”, e integrada por Isaac Velasco Fuertes (a) “Ciego” y Rodolfo Kleing Samanez (a) “Dimas”, ha reaparecido empleando la página web de la ABP desde que publicó un “comunicado del MRTA por la muerte y desaparición del comandante de las FARC Raúl Reyes”, en que se manifiesta que: “El MRTA inclina sus banderas frente a la vida del comandante Raúl Reyes, sindicalista como nuestro Néstor Cerpa. Inmortales ambos. Reciban cada uno de ustedes, miembros del secretariados, guerrilleras y guerrilleros farianos, reciban el saludo y el abrazo de sus hermanos y compañeros tupacamaristas”.Asimismo, vemos que actualmente los terroristas aprovechan todas las herramientas tecnológicas para difundir su ideología en las redes sociales Hi5 y Facebook, las más grandes del mundo. Según los sitios web, las páginas han sido creadas y son administradas por un individuo llamado supuestamente Paul Hunstand, quien sería un venezolano. Esta página tiene un link a la página del MRTA que viene siendo actualizada anualmente.Debemos recordar que los límites de la violencia extrema que desató el MRTA en el país, y que se pensaba eran sucesos de un pasado aparentemente superado, lamentablemente volverán a reproducirse. Quizás contra otros objetivos, y sin duda en circunstancias diferentes, pero se repetirán. La historia de los conflictos desatados por redes terroristas nos enseña que, cuando aparecen signos de reactivación de una red, y peor si es en coordinación con otras redes, la violencia volverá con un atentado sorpresivo sobre cualquier objetivo inesperado. Existe, pues, el riesgo de una probable amenaza. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? He ahí una tarea dificil que le correspondería en teoría a la DINI, bajo la dirección ejecutiva del general PNP (r) Danilo Guevara, un buen oficial general de Policía.Hoy, es un contexto diferente, pues las redes terroristas operan en un escenario de neoviolencia masiva, irracional, diversificada y descontrolada de las masas. El terrorismo busca, aquí y ahora, crear una situación insurreccional en el país a partir de protestas y demandas sociales de vastos sectores poblacionales. Estas expresiones se están orientando a crear un vacío de poder mediante el caos, que podría iniciarse en el volátil sur peruano y hacer explotar el Perú en mil pedazos por la injerencia extranjera. Aquí Chávez pone los petrodólares, los cubanos la experiencia y destreza conspirativa. El presidente venezolano es sólo el puño musculoso de lo que constituye una fina estrategia diseñada en Cuba por la socióloga chilena Martha Harnecker. La penetración cubano-venezolano-boliviana se realiza a través de operaciones clandestinas y encubiertas que deben desarticularse en la misma línea de Guerra Asimétrica como variable principal de la Guerra de Cuarta Generación. Este es el escenario en que viene operando clandestinamente el MRTA, utilizando organismos de fachada para encubrir sus operaciones mediante maniobras de distracción.Además, el MRTA conoce los procedimientos y técnicas que utilizan las Fuerzas Armadas peruanas en dominación de inmuebles, conoce los medios y las fuentes que emplean los servicios de inteligencia en el Perú. ¿Cómo?Muy fácil, observando el desarrollo del Juicio Oral Público que tramita desde hace dos años la Tercera Sala Penal Superior Especial de la Corte Superior de Justicia de Lima, en el local de la Sala de Juzgamientos ubicada en la Base Naval del Callao, contra mi persona, el coronel EP Roberto Huamán Ascurra, el coronel EP Jesús Zamudio Aliaga, como funcionarios del Servicio de Inteligencia Nacional, y otros.En dicho proceso el fiscal superior Martín Retamozo Roca en su acusación escrita del 22 de septiembre de 2006 y en la presentación del caso, al darse inicio al juicio oral, nos ACUSA como autores mediatos de “homicidio calificado”, en agravio de tres integrantes del comando operativo del MRTA que asaltó la residencia y secuestró inicialmente a más de quinientas personas, de las que finalmente quedaron 72 que fueron posteriormente liberadas con la operación militar Chavín de Huantar. Este fiscal solicita se me imponga VEINTE AÑOS de pena privativa de la libertad y a los coroneles Huamán y Zamudio QUINCE AÑOS de pena privativa de la libertad, por ser dizque “...responsables de la planificación de la operación de rescate, por ende de la instrucción a los comandos de dar muerte a los subversivos capturados con vida...” (sic), como consta en la página 107 de su acusación de marras.Es decir, el mundo está al revés. Escuchaba la requisitoria y los “fundamentos de hecho” para solicitarme una pena tan draconiana, y me parecía que vivía en otro mundo, pues a mi mente venían los recuerdos de aquellos largos 126 días en que casi no descansábamos ni dormíamos en el Servicio de Inteligencia Nacional, y no había día y hora inhábil para trabajar silenciosamente bajo la dirección y conducción del presidente Fujimori. Todo ello con el único objetivo de salvar 72 vidas que habían sido cruelmente secuestradas y sometidas a una sistemática tortura física y sicológica por los 14 miembros del MRTA.Nosotros desde el ámbito de la inteligencia pusimos un granito de arena para darle la información precisa, oportuna y eficaz al coronel José Williams Zapata a fin de que rescatara y pusiera término a ese calvario de esos seres humanos. Y por esa labor ahora tengo que sufrir una injusta condena de VEINTE AÑOS de pena privativa de la libertad. ¡No existe en esto lógica alguna! Yo, como oficial de inteligencia no tuve injerencia ni competencia en la planificación y ejecución de esa operación militar, ni mucho menos he dado alguna instrucción a los comandos para dar muerte a terrorista alguno del MRTA en la residencia recuperada, ni a nadie.Por estos mismos hechos el presidente Alberto Fujimori viene siendo procesado ante el Tercer Juzgado Penal Especial como autor mediato de homicidio calificado y se ha solicitado la ampliación de su extradición para que Chile autorice su juzgamiento en el Perú. Es decir, irán las copias de las declaraciones de todos los comandos y del personal de inteligencia que intervinieron en la operación militar Chavín de Huantar, brindándose así una valiosa información a la inteligencia chilena que gratuitamente conocerá las fuentes y los medios o procedimientos con que operan las Fuerzas Armadas peruanas y nuestros aparatos de inteligencia, ¡en detrimento de nuestra seguridad nacional! ¡ ¡Estamos advertidos!!Finalmente, los planificadores terroristas del MRTA disponen de los insumos más importantes para diseñar contramedidas y desarrollar técnicas que puedan neutralizar las que se exponen semanalmente en el juicio oral público que se nos sigue, lo cual les da una ventaja estratégica y táctica para futuros ataques terroristas. ¡Estamos igualmente advertidos!Después de la exitosa y ejemplar operación militar Chavín de Huantar se redefinió el rol de la inteligencia para enfrentar a las redes y coaliciones terroristas. Ello en base a los nuevos lineamientos doctrinarios y organizacionales, en que las tareas de inteligencia operacional y las operaciones tácticas de campo se unifican dentro de un solo estamento para poder operar eficazmente de manera simultánea debido a la fusión del centro de análisis de inteligencia con el centro de operaciones táctico bajo una sola unidad de conducción en el marco de los principios de flexibilidad,funcionalidad y economía táctica. Después de esta tarea de redefinición mencionada, retomé la ronda de conversaciones con Abimael Guzmán Reinoso en el penal militar de máxima seguridad de la Base Naval del Callao.—Doctor Guzmán, como sabrá por las noticias que se han difundido, no he podido venir a visitarlo debido a mis obligaciones funcionales, de modo que ofrezco las disculpas del caso. Ahora, si le parece, quisiera tocar el tema de la entrevista que usted diera en julio de 1988 al periódico El Diario, ¿está usted de acuerdo?—En primer lugar, comprendemos sus obligaciones, doctor Montesinos. Recién supimos de los sucesos en la residenciaDespués de la exitosa y ejemplar operación militar Chavín de Huantar se redefinió el rol de la inteligencia para enfrentar a las redes y coaliciones terroristas.del embajador de Japón, cuatro meses después en razón que se suspendieron las visitas en el penal militar y se nos prohibió ver y escuchar todo tipo de noticias por las autoridades militares. Entendemos esa situación, y estoy de acuerdo en comentar dicha entrevista.–Gracias por su comprensión, doctor Guzmán. Entonces comenzaré con la célebre frase de Fray Luis de León: “como decíamos ayer...”. ¿Por qué razones brindó usted la entrevista a “El Diario” en el mes de julio de 1988?–Las razones por las cuales decidí dar esa entrevista, tienen que ver con la realización de nuestro Primer Congreso partidario. Digo esto pues, durante décadas hemos bregado para lograrlo, pero ha sido la guerra popular que iniciáramos en mayo de 1980 la que nos brindó las condiciones necesarias para recién concretizarlo. En consecuencia, el Primer Congreso tiene dos grandes progenitores: el Partido y la Guerra Popular, y constituye un hito histórico.–Dígame, doctor Guzmán, ¿este Primer Congreso estableció en alguna de sus tres sesiones la Base de Unidad Partidaria conocida por las siglas (BUP)?–Efectivamente, en dicho evento el Partido no sólo realizó un balance del largo camino que habíamos recorrido, sino que estableció la Base de Unidad Partidaria, con sus tres elementos.–Podría usted decirme, doctor Guzmán, ¿cuáles son los tres elementos de la Base de Unidad Partidaria?–Claro. Son la ideología–es decir, el marxismo-leninismo-maoísmopensamiento Gonzalo–; el programa, y el tercero, la línea política general, con su centro la línea militar. Para nosotros la realizacipn del Primer Congreso es una gran victoria. Por ello dimos esa entrevista en julio de 1988 a “El Diario”. Esa fue la motivación principal. Además, dicho medio era la única tribuna que teníamos en ese tiempo. Y porque es una trinchera de combate al servicio del Partido.–Dígame, doctor Guzmán, ¿qué es el pensamiento Gonzalo?–Correcto. Debemos partir de la premisa de que si el marxismoleninismo-maoísmo no se aplica a una realidad concreta, de ninguna manera se puede dirigir una revolución ni transformar el viejo orden,ni crear un nuevo orden. Dentro de ese contexto, es la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo a la revolución peruana la que ha generado el pensamiento Gonzalo.–¿Cuál es la diferencia entre pensamiento guía y pensamiento Gonzalo?–Vea, doctor Montesinos, al inicio de ILA-80 lo que había era pensamiento guía, luego de la realización del Primer Congreso el Partido sancionó el pensamiento Gonzalo, pues se había producido un gran salto en ese pensamiento guía, debido precisamente a la guerra popular. En conclusión, podemos decir que ahora el pensamiento Gonzalo no es sino la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo a nuestra realidad concreta.–Doctor Guzmán, ¿por qué dice usted que el Primer Congreso les ha dado unanimidad?–Porque un Partido para que pueda enfrentar situaciones complejas y difíciles, como las que se enfrenta diariamente y las que ahora tenemos, necesariamente debe tener unanimidad. Esa unanimidad nos la ha dado el congreso partidario y ha sido lograda a través de la lucha de dos líneas.–¿Podría usted, doctor Guzmán, ampliar este concepto?–Vea, el Partido esencialmente es una contradicción y toda contradicción tiene dos aspectos en lucha, y de eso nada ni nadie se puede escapar. Además el congreso seleccionó el comité central como nivel supremo de un partido, convirtiéndose en el primer comité central del Primer Congreso. Lo que en este congreso se ha sancionado ha quedado convalidado en el nivel orgánico más amplio que tenemos. Es inconmovible, salvo nuevo mandato del máximo plenario de nuestro Partido. Por eso le reitero, el congreso es hijo de dos padres: el Partido y la Guerra Popular, pues sin la guerra popular nunca hubiéramos cumplido con esta tarea histórica que estuvo pendiente casi 60 años desde la fundación en el año 1928.–Dígame, doctor Guzmán, ¿por qué ustedes consideran el 19 de junio como “día de la heroicidad”?–Pues, sencillamente porque es una fecha que muestra ante elPerú y el mundo lo que son capaces de hacer los comunistas que somos firmes y revolucionarios consecuentes con nuestra posición. Ese día han muerto no sólo comunistas, sino camaradas que han sido revolucionarios. Por ello consideramos a ese día como una alta expresión del heroísmo que se dio en los penales el 19 de junio de 1986. ¡Es un grandioso ejemplo de combatividad y una expresión masiva de heroísmo, de entrega, de dar la vida por el Partido!–Doctor Guzmán, ahora le formularé una pregunta quizás incómoda para usted. ¿Cómo se sostiene su aparato partidario? Si desea, no me la conteste.–No se preocupe, doctor Montesinos, la voy a contestar. –Gracias, doctor Guzmán. ¡Adelante!–Usted debe saber que nuestro Partido no es un partido de masas, otra cosa es que el Partido tenga carácter de masas. ¿Por qué? Tiene carácter de masas en tanto siendo nuestro Partido una organización selecta, donde se selecciona a los mejores, a los que han sido probados, lo que a decir de Stalin: tienen madera, somos pocos numéricamente hablando con respecto a la gran masa. Sin embargo, ¡defendemos los altos intereses del proletariado! Por eso el Partido tiene carácter de masas, pero el Partido no es de masas. Nuestro Partido es un Partido de militantes, de dirigentes, una máquina de guerra como lo señalara Lenin. El partido es un sistema de organizaciones y es evidente que tiene necesidades. Por eso un partido debe apoyarse en las propias fuerzas. Esto es lo que hemos seguido como doctrina: apoyarnos en las propias fuerzas.–¿Podría usted ser más explícito, doctor Guzmán? ¿Qué es eso de “apoyarnos en las propias fuerzas”?–Correcto. Apoyarnos en nuestras propias fuerzas tiene que ver con las necesidades económicas, pero fundamentalmente con la orientación ideológica y política. Y es recién a partir de ello que podemos ver cómo asumir las necesidades económicas que inexorablemente siempre se nos presentan. Es en base a estos criterios rectores que en el Partido hemos resuelto el problema económico apoyándonos en las masas. Son las masas de nuestro pueblo, vale decir el proletariado, nuestra clase, las que nossustentan. Por tanto, contestando su pregunta: quienes sustentan al partido son principalmente el campesinado y el proletariado.–¿Podría usted, doctor Guzmán, explicar cómo el presidente Mao Tse Tung concibe la guerra popular?–El presidente Mao Tse Tung concibe la guerra popular a partir de la contradicción. Son dos aspectos que están en contienda: uno la parte débil, y otro, la parte fuerte, que es transitoria.–¿Se podría decir que es la guerra entre el débil y el fuerte? –le pregunté en línea de precisión.–Sí. doctor Montesinos, es la guerra entre el débil y el fuerte. Con la diferencia que la fuerza del segundo es transitoria y no permanente.–¿Podríamos decir que se trata de una Guerra Asimétrica?–Es correcto, doctor Montesinos. Es la guerra de David contra Goliat. Esa es la característica de este tipo de guerra. Así la concibió el presidente Mao Tse Tung. En esta clase de guerra tiene que transcurrir un tiempo de defensiva estratégica, otro de equilibrio estratégico, y un tercero de ofensiva estratégica.–¿Esto quiere decir, doctor Guzmán, que cuando ustedes iniciaron ILA-80 lo hicieron bajo estos lineamientos doctrinarios que en puridad de verdades es lo que se considera doctrinariamente como la Guerra Asimétrica, pues contiene todos los elementos del tipo que configuran la misma?–Es correcto, doctor Montesinos. Cuando nosotros como la parte más débil iniciamos la guerra popular contra el Estado peruano, nos desenvolvíamos doctrinariamente dentro de la defensiva estratégica. Siendo inicialmente el campo lo principal y la ciudad su complemento. Así combatimos en todo el país.–¿Cómo han obtenido ustedes las armas y municiones que utilizan para enfrentarse a las fuerzas del orden? ¿Podría responderme a esta pregunta, doctor Guzmán?–Sí, señor. Vea, según el presidente Mao Tse Tung lo principal en la guerra es el hombre. El arma evidentemente es útil. Por ende nuestro problema principal apunta hacia el hombre. Al fortalecimiento ideológico y político de éste. Con relación a lasarmas, el presidente Mao nos decía que las armas las tiene el enemigo, por tanto el problema radica en quitárselas y eso es lo principal. –Disculpe que lo interrumpa, doctor Guzmán. ¿Usted me quiere decir que en base a esos conceptos ideopolíticos de Mao Tse Tung han arrebatado a las Fuerzas Armadas y a la Policía las armas que han utilizado en sus distintos ataques?–Es correcto, doctor Montesinos.–¿Cómo es eso, doctor Guzmán? Explíqueme.–Vea, una de las tácticas más comunes que empleamos en este tipo de guerra del débil contra el fuerte, es que nunca debemos tener un enfrentamiento directo con el Ejército Peruano por la superioridad numérica y su potencia de fuego. Ellos son más y disparan ráfagas cuando hacen contacto con nuestros elementos. Nosotros somos pocos y disparamos tiro por tiro para economizar la munición. Ese es el criterio doctrinario que empleamos.–Dentro de ese razonamiento suyo, ¿cómo obtienen las armas, doctor Guzmán?–Hemos desarrollado a lo largo de la guerra la táctica eficaz de realizar emboscadas contra las patrullas militares y policiales con gran resultado, pues se les ha dado fuertes y contundentes golpes tomando la iniciativa y utilizando el factor sorpresa.–¿Cómo es eso, doctor Guzmán? Acláreme.–Vea, nuestros comandantes de operaciones para planificar una emboscada eligen antes el terreno donde ejecutarán las operaciones, y luego escogen el lugar más conveniente y el momento adecuado con el propósito de realizar la emboscada en forma sorpresiva manteniendo en todo momento la iniciativa. ¿Por qué? Precisamente para obtener las armas y municiones que porta el personal militar de la patrulla emboscada. Esa es la forma como el Partido se ha venido agenciando el armamento. Esa es nuestra principal fuente.–¿Qué otras fuentes tenían ustedes para obtener armamento, doctor Guzmán?–Debo decirle, doctor Montesinos, que hay tres formas para obtener armas.–¿Cuáles son, doctor Guzmán?–La principal es arrancándoselas a los militares y policías. La segunda, es confeccionándolas. La tercera, comprarlas.–¿Ustedes han comprado armas, doctor Guzmán, para desarrollar la guerra popular contra el Estado peruano?–No. Por el alto costo que tienen las armas, y habiendo sido llevada la guerra popular con la máxima economía posible, la pregunta sería: ¿cómo resolvemos el problema? Lenin decía: tiene que conquistarse armas en grandes cantidades cualquiera que sea el costo que ello demande ¿De qué manera? Según el presidente Mao Tse Tung: arrancándoselas al enemigo. Además usted debe tener en cuenta, doctor Montesinos, que la dinamita, la humilde dinamita es el arma más simple del pueblo. Nosotros siempre hemos buscado las armas y que son de fácil obtención en la minas. El Perú es un país esencialmente minero, de modo que nunca nos faltaba dinamita.–¿Esto quiere decir que ustedes tomaban subrepticiamente dinamita de distintos asentamientos mineros para realizar atentados, doctor Guzmán?–Le aclaro, señor doctor: los camaradas que laboraban en los diversos asentamientos mineros donde eran explotados, como una contribución al Partido traían cartuchos de dinamita para ser utilizados en las acciones de los diferentes comités partidarios. Así fue, ya que las medidas de seguridad y el control en las minas son muy deficientes, y la policía tampoco controlaba. Así de simple.–Doctor Guzmán, ¿cuáles son las experiencias de mayor trascendencia que recuerde cuando estuvo en la China de Mao?–En la China de la época del presidente Mao Tse Tung tuve la extraordinaria posibilidad de estar en la Escuela Político-Militar de Shanghai, donde se nos enseñaba temas de orden político, filosofía marxista y asuntos de política internacional. Recuerdo eran clases magistrales impartidas por revolucionarios muy competentes, de alto nivel.–¿Recuerda usted a alguno de sus maestros en particular?–Sí, doctor Montesinos. A quien más recuerdo es al instructor que nos impartió clases de operaciones especiales abiertas yencubiertas. Era un auténtico operador de trabajo clandestino. Un maestro del arte del engaño, uno de los mejores entrenados, y con más experiencia. De él aprendí muchas cosas que para mí,. inicialmente, eran desconocidas, pero luego me sirvieron en la conducción del Partido y en el diseño del trabajo clandestino, así como en la aplicación del compartimentaje que caracteriza las tareas del Partido.–De los temas militares, ¿qué es lo que más recuerda, doctor Guzmán?–Lo más resaltante era la práctica de las emboscadas contra enemigos más fuertes. El uso de explosivos y demoliciones. Usted sabe que los chinos son maestros en el uso de pirotécnicos. Para ellos todo se podía explosionar con el ingenio inagotable de las masas. Todo podía volar en mil pedazos.–¿Usted podría, doctor Guzmán, considerar que las enseñanzas recibidas en esa Escuela Político-Militar le sirvieron en su formación como líder de su partido?–Naturalmente! Mi estadía en China ha .sido una experiencia imborrable.–Doctor Guzmán, pasando al tema de los organismos de dirección partidarios, ¿me podría decir cuáles son?–Después de analizar la experiencia de Lenin y del presidente Mao Tse Tung, cada partido debe resolver los problemas de dirección que tiene, para lo cual debe tomar en consideración las condiciones dadas en un tiempo determinado. Dicho esto, los organismos de dirección que nosotros consideramos en el Partido son: el comité central, el buró político, el comité permanente, la presidencia del partido, la dirección central, la comisión militar y el departamento central.–Ahora le agradecería haga una breve descripción de cada uno de ellos, ¿okey?–Muy bien, doctor Montesinos.–Para que haya un orden, yo le mencionaré uno por uno. ¿De acuerdo?–De acuerdo, doctor Montesinos. –Primero, el Comité Central (CC).–El comité central, constituye el organismo de máxima dirección y nosotros lo denominamos el centro del Partido. De la marcha de este comité depende el rumbo que toma todo el Partido, partiendo de la línea política general hasta llegar al diseño de los planes estratégicos y tácticos. Los integrantes de este comité eran todos dirigentes que se ubican en orden jerárquico y podían desempeñar otras funciones en los distintos comités y aparatos centrales.–Doctor Guzmán, ¿al desempeñar los miembros del comité central otras funciones, utilizaban.el mismo seudónimo?–No, doctor Montesinos, se podía utilizar_ diversos seudónimos por cada función o tarea, por medidas de seguridad. Eso lo aprendí durante mi estadía en China.–Dígame, doctor Guzmán, en línea de precisión histórica, ¿cuándo se seleccionó por primera vez a los miembros del comité central?–Correcto. Es en la tercera sesión del Primer Congreso partidario que se llevó a cabo si mal no recuerdo en junio de 1989, en que se eligió por primera vez al comité central de nuestro Partido.–Ahora vamos por el segundo organismo, el Buró Político (BP).–Vea, el buró político estaba conformado en orden jerárquico por los cinco primeros miembros del comité central.–Me podría decir, doctor Guzmán, ¿quiénes son los cinco miembros del Buró Político y qué funciones cumplía?–El buró político estuvo integrado por quien le habla y los camaradas Elena Albertina Iparraguirre Revoredo, Oscar Ramírez Durand, Hugo Deodato Juárez Cruzatt, fallecido, y Elizabeth Cárdenas Huayta. El Buró Político se avocaba a realizar funciones políticas de dirección partidaria.–Con respecto al Comité Permanente (CP), ¿qué podría decirme, doctor Guzmán?–Sí, doctor Montesinos, el Comité Permanente es considerado dentro del Partido como un aparato de dirección orgánica central que desempeñaba tareas de dirección política rutinarias en aquellosperíodos en que el comité central no se reunía. Tenía una función netamente política y era presidido por mi persona.–En cuanto a la Presidencia del Partido, ¿qué puede decir, doctor Guzmán?–Bien. La presidencia del Partido recaía en mi persona, además era presidente de la Comisión Militar y presidente del Comité Organizador de la República Popular de Nueva Democracia.–Pero doctor Guzmán, ¿cuál es su rol como presidente de su partido?–Es un tema personal que no quería tocar, pero ya que usted me lo pregunta le diré que mi rol fundamental ha sido marcar la línea correcta dentro del Partido. Definir el rumbo y la orientación del Partido. En un primer momento esa orientación fue el pensamiento guía. Pero luego de nuestro Primer Congreso se convirtió en el pensamiento Gonzalo, que es, reitero, la aplicación del marxismoleninismo-maoísmo a nuestra realidad social en el país.–¿Le pregunto si a eso se debe que usted, doctor Guzmán, dirigía con plenos poderes el Partido, el Ejército Guerrillero Popular y el Frente?–Usted lo ha dicho. Al dirigirse los tres instrumentos de la revolución, que acabo de mencionar, es porque soy la única persona que define en nuestro Partido el rumbo y la dirección correcta y eso le da unidad y continuidad a la línea que ha de regir la vida partidaria. No se olvide que la ideología es lo fundamental, pues se aplica de manera concreta a la realidad peruana. Además, es el centro de la unificación partidaria. En síntesis, esa es mi gran responsabilidad como presidente de nuestro Partido en tanto viva por ser el auténtico fundador del Partido Comunista del Perú.–Con relación a la Dirección Central (DC), ¿qué podría decir, doctor Guzmán?–Bien, doctor Montesinos. La dirección central es integrada por el buró político y el comité permanente. En líneas generales le diré que entre sus funciones está la de confeccionar las distintas directivas que emite el Partido por intermedio del departamento de apoyo organizativo.–En cuanto a la Comisión Militar (CM), ¿qué puede decirme, doctor Guzmán?–Mire, señor doctor Montesinos, la comisión militar fue una de las diversas comisiones que el comité central tuvo a su cargo con el propósito de materializar sus funciones. La tarea fundamental de la comisión militar es formular los planes estratégicos operativos para los diferentes aparatos partidarios.–Finalmente, doctor Guzmán, ¿qué me puede decir del Departamento Central (DC)?–Ese organismo era mi secretaría personal, bajo la supervisión de la camarada Miriam. Básicamente redactaban los documentos del Partido, y luego los distribuían a los distintos comités y aparatos del Partido bajo el principio de centralismo democrático.–Pasando a otro tema, doctor Guzmán, ¿usted recuerda en qué parte de Lima estaba ubicado el último inmueble donde usted vivió con Augusta La Torre Carrasco, antes de pasar a la clandestinidad?–Sí, doctor Montesinos. Fue en la avenida Pershing N° 510-B, en el distrito de Jesús María. Allí estuvimos viviendo con la camarada Norah y mis suegros, sus queridos padres don Carlos La Torre y doña Delia Carrasco Galdós. Por ellos guardo el mejor recuerdo y mi permanente agradecimiento por su calidad humana y profunda solidaridad que compromete mi eterna gratitud. Hasta ahora mantengo el recuerdo de sus rostros aquel día que nos despedimos de ellos con la camarada Norah, para partir a la clandestinidad sin tiempo ni espacio. Fue un día triste para ellos y nosotros. ¡Pero teníamos una misión que cumplir! Ese es mi último recuerdo de ellos.–En verdad que es una historia triste, doctor Guzmán, pero usted eligió ese rumbo en su vida.–Fue de común acuerdo con la camarada Norah, doctor Montesinos. ¡Fue una decisión de los dos! –me contestó Guzmán con un tono enérgico.En ese momento percibí en la mirada y en las palabras de Abimael Guzmán Reinoso, la huella profunda que había marcado en su vida Augusta La Torre Carrasco, la “camarada Norah”, a quien Guzmán en su velorio de noviembre de 1988, homenajeó colocando 26 rosas rojas en su féretro, rosas que simbolizaban los años que ella militó como comunista en su compañía.En otra ocasión que estábamos los dos reunidos, y para comprobar una vez más sus sentimientos, le comento:—Doctor Guzmán, como a usted le agradan las rosas rojas y cada rosa significa simbólicamente un año de vida que la “camarada Norah” como su compañera militó en el Partido Comunista al lado suyo, quisiera que escuchemos para esta oportunidad una canción muy bella. ¿Qué le parece?—¿Cuál canción, doctor Montesinos? —me preguntó intrigado.—“Red Roses for a Blue Lady”. Rosas rojas para una dama azul. Es una versión interpretada por la orquesta y coros de Ray Conniff —le respondí y de inmediato pulsé la tecla “play” en el dispositivo de control remoto del reproductor de CDs y la orquesta del célebre concertista soltó por los aires la canción. Entonces mi interlocutor se quedó estupefacto. Por un momento observé la mirada aparentemente perdida de Guzmán. La música lo transportó al pasado y me imaginé las mil imágenes que estarían bombardeando su cerebro a partir del recuerdo de “Norah”. Al terminar los dos minutos con veinticinco segundos que duró la canción, me dice:—¿Podría usted repetir nuevamente esta canción, doctor Montesinos?—Por supuesto, doctor Guzmán —le contesté y procedí a repetir la canción, mientras Guzmán encendió un cigarrillo Winston a tiempo que los coros de Ray Conniff regresaban con “Red Roses for a Blue Lady”.Fue otro momento de gran emotividad que logré generar en Abimael Guzmán para apreciar una vez más su inteligencia emocional teniendo en consideración los sentimientos, el control de los impulsos, la motivación y el entusiasmo a fin de poder observar nuevamente los rasgos más saltantes de su personalidad, y luego contrastarlos con la información que disponíamos en la Base de Datos del Servicio de Inteligencia Nacional.Mientras tanto, la lucha ideológica y política se daba intensamente al interior de Sendero Luminoso, cuya ruptura orgánica era un hecho irreversible que había logrado el Estado peruano desde la perspectiva de la Guerra de Cuarta Generación al enfrentar la amenaza de esta red terrorista.

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